Ya hemos comentado en varias ocasiones el problema de los diálogos bajos de muchas películas y sus posibles causas, como una mala gestión de la conversión multicanal a estéreo, aunque también puede ser culpa de los creadores del contenido o de factores de configuración de nuestros equipos.
Parece no importar que le demos más o menos volumen a los amplificadores, las voces de los actores quedan siempre con un nivel sonoro por debajo del resto de efectos y banda sonora haciendo difícil su comprensión.
En general se trata de un problema causado por el decodificador de la pista de audio, ya sea en el emisor (cadena de TV) o en el destino (nuestra tele) que resulta de lo más molesto y el caso es que, al final, es el usuario el que tiene que estar constantemente con el mando a distancia subiendo el volumen para escuchar las voces cuando hay diálogos y luego bajándolo en cuanto hay una escena de acción porque el ruido es atronador.
Incluso no es descabellado tener que poner los subtítulos solo porque seguir los diálogos a un volumen normal es casi misión imposible. Afortunadamente los fabricantes conocen esta situación y en los últimos años han venido implementando en sus equipos de sonido y televisores algunas funciones que nos ayudan a minimizar el problema. Además, también es posible tomar ciertas medidas y trucos para evitarlo total o parcialmente.
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Elegir el modo de audición apropiado
En la mayoría de televisores y barras de sonido solemos tener varias opciones generales de configuración con distintos modos preestablecidos, como ‘Estándar’, ‘Optimizar’ o ‘Amplificar’, ‘Música’, ‘Cine’, ‘Narración’, etc. Cada una se comportará de forma diferente resaltando ciertas frecuencias y efectos, por lo que lo mejor es ir probando todas hasta encontrar la que ofrezca unos sonidos más claros.
En general los modos de ‘Cine’ suelen ser los más equilibrados para todo tipo de usos, aunque esto dependerá de cada equipo en concreto, por lo que no podemos asegurar que sea el más correcto en todas las ocasiones.
Cabe mencionar también, que ciertos televisores cuentan además con modos de sonido que refuerzan directamente la claridad de las voces. Por ejemplo, en las teles de LG tenemos el modo ‘Clear Voice’, situado en su panel de ‘Modo de sonido’.
Otros fabricantes de televisores y sobre todo de barras de sonido también suelen optar por este tipo de modos, aunque quizás con una nomenclatura distinta. Conviene que los busquemos en el manual de instrucciones y los probemos con contenidos reales (no con demos) para ver si nos convencen.
Elegir el mejor reproductor y DAC disponible
Imagen: Denon
Para tener la mejor calidad de audio suele ser recomendable que el equipo de sonido externo dedicado como un receptor AV o la barra de sonido se encargue de gestionar todo el audio de la pista de sonido y que la tele o el reproductor de Blu-ray, consola, etc. solo se limiten a enviar los datos binarios de la película.
Para ello tendremos que buscar la configuración que permita pasar el sonido directamente al equipo de sonido (bitstream), ya sea por una salida óptica, coaxial digital o HDMI, y no elegir la decodificación interna de la tele ni siquiera para los formatos estéreo, ya que la calidad del DAC del televisor probablemente será peor que la del equipo de sonido.
¿Qué puede suceder si dejamos que sea la tele, consola, centro multimedia, etc. el que se encargue de gestionar la decodificación de las pistas Dolby Digital, DTS, Atmos, DTS:X, etc.? Pues que este audio multicanal puede no ser tratado de la forma más apropiada y que los diálogos se escucharán terriblemente bajos en comparación con el resto de la música y efectos al no efectuar adecuadamente la conversión de sonido multicanal a estéreo por ejemplo.
Configuración de los servicios de streaming
Si estáis viendo una película o serie de televisión en algún servicio de streaming y escucháis el contenido a través de los propios altavoces de la tele, a veces cambiar a la mezcla estereofónica en los ajustes de audio puede equilibrar considerablemente el nivel de los diálogos y las demás escenas.
Para encontrar este ajuste, basta con ir a las opciones de audio y subtítulos del servicio de streaming en cuestión y seleccionar la pista de audio que no incluye el ‘5.1’, es decir, escoger la mezcla ideada para reproducirla a través de altavoces en estéreo y no una pista de sonido pensada para equipos multicanal.
Es una solución muy sencilla y útil en servicios como Netflix para algunas series donde la mezcla estéreo que proporciona es mejor, o por lo menos está más adaptada y la «entiende mejor» la tele que la multicanal.
Otro caso interesante es cuando vemos la tele desde un decodificador externo de TDT o desde el deco de nuestra operadora de Internet. En estos casos suele darse la opción de pasar la pista de audio digital tal cual sin decodificar (suele denominarse como «activar sonido Dolby» o algo parecido en el deco) a la tele, o que sea el aparato externo el que se encargue de hacer la mezcla estéreo que puede ser problemática.
Como aquí las combinaciones son casi infinitas porque hay multitud de marcas y modelos de teles y decodificadores externos, lo mejor es probar a cambiar entre ambas opciones para ver cuál se escucha mejor. En mi caso, hay diferencias notables por ejemplo viendo algunos canales de Movistar Plus+, pero como decimos, ya depende de cada modelo de tele que tengamos y si es capaz de gestionar bien la señal Dolby Digital él solo.
Usar el ecualizador de la tele
Si nuestra tele no cuenta con funciones avanzadas de sonido, probablemente si tendrá por lo menos un ecualizador básico que podremos usar. En gran parte de ellos podemos modificar graves, medios y agudos a nuestro gusto, y en las más avanzadas se nos mostrará la opción de variar ciertos rangos de frecuencia más concretos.
¿Cómo podemos ecualizar para que se escuchen mejor las voces? Pues incrementando la ganancia en las frecuencias típicas de la voz humana y bajándola en el resto.
En general podremos tener buenos resultados si subimos la ecualización en el rango de entre 500 Hz a 2 KHz y bajamos el resto de bandas. ¿Cuánto? Pues eso ya depende de cada caso. Con variar entre 3-6 dB ya se nota una mejora, pero en otros casos habrá que hacer cambios más grandes.
Si variamos mucho más estas bandas de frecuencia iremos perdiendo realismo en la imagen sonora general, aunque quizá lo necesitemos en algún momento puntual donde sea más importante saber qué están diciendo a escuchar la música y efectos especiales.
Además, tampoco es una solución mágica, porque en ese rango también hay sonidos de todo tipo, como de la música, efectos especiales, etc., pero por lo menos restaremos potencia en las bandas baja y alta, por lo que al final las voces tenderán a escucharse con más claridad.
Encendiendo las opciones de rango dinámico
El rango dinámico en los sistemas de audio nos indica la diferencia entre los sonidos más suaves que hay en la grabación, como un personaje susurrando y los más ruidosos como un disparo o una explosión.
Los equipos de televisión y cine en casa modernos pueden jugar con este rango incrementando el volumen de los sonidos más suaves y disminuyendo el de los más fuertes de modo que todo se mantenga en un rango tolerable sin que nos perdamos los pequeños detalles. Es lo que se conoce como compresión dinámica del sonido.
Lo normal es que la propia pista de audio contenga información extra sobre cómo hacer esta compresión de forma eficaz, permitiendo a la tele, barra de sonido o home cinema saber qué debe atenuar o reforzar y en qué medida, aunque cada vez más procesadores digitales de sonido son capaces de ajustar sobre la marcha este tipo de parámetros para ofrecernos un control de decibelios que se ajuste a nuestras expectativas.
Cada fabricante suele llamar a este tipo de funciones con un nombre diferente, como «compresión dinámica», «escucha nocturna», «modo nocturno», etc., pero suelen ofrecer más o menos lo mismo, con diferencias en cuanto a cómo realizan su tarea, claro.
Además, cada vez más equipos cuentan con funciones de control de volumen inteligente cuya misión es mantener constante el nivel de presión sonora con independencia de la fuente que estemos escuchando. Por ejemplo, los canales de la TDT se suelen escuchar con mayor volumen que las películas en formatos ópticos o de fuentes en streaming. Esta es una de las cosas que se intenta solucionar.
En los sistemas de sonido más avanzados, como los receptores AV, además podemos encontrarnos con funciones que nos ayudan a mantener constante la percepción acústica a cualquier nivel de volumen. Es decir, que disfrutemos de todos los detalles y sutilezas del sonido tanto a volúmenes muy bajos como a muy elevados. Es lo que algunos fabricantes denominan «ecualización dinámica».
Imagen portada | Fotograma ‘Battleship’
En Xataka Smart Home | He usado el «método matrix» para arreglar los diálogos con bajo volumen de las películas: este ha sido el impresionante resultado
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La noticia
Si no escuchas bien los diálogos de las películas, prueba a arreglarlo con estas funciones de la Smart TV o barra de sonido
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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