Si eres usuario de Google Home, te habrás percatado de que en los últimos días el gigante norteamericano ha actualizado su aplicación Home tanto en Android como en iOS.
Esa actualización trae consigo un rediseño completo de la aplicación y la introducción de algo de lo que carecía hasta la fecha: una interfaz visual y táctil para controlar los dispositivos domóticos incluidos en nuestro Google Home.
En este artículo, comparto algunas reflexiones sobre lo que supone esta nueva interfaz para los usuarios de dispositivos domóticos y más concretamente de controladores domóticos dedicados.
Nueva interfaz visual y táctil
Hasta la fecha, Google Home sólo nos permitía controlar nuestra instalación domótica con la voz, pero no a través de la pantalla táctil de nuestro smartphone o tablet.
Con la actualización de hace tan sólo unos pocos días, consecuencia de la reciente presentación en sociedad del nuevo Google Home Hub, un Google Home con pantalla táctil, ya podemos controlar cualquier dispositivo domótico incluido en Google Home no sólo con la voz sino con sencillos “taps” en la pantalla de nuestro móvil o tableta, gracias a la aplicación Home de Google.
No es una gran novedad si tenemos en cuenta que otros asistentes de voz ya ofrecían esta funcionalidad desde sus inicios, como Siri/HomeKit/Casa de Apple o Alexa/Echo de Amazon, por ejemplo.
Y aunque no sea nada revolucionario, es algo que yo personalmente echaba de menos en Google Home. Siempre está bien disponer de otros medios para interactuar con nuestro sistema domótico, aparte de la voz, que es la funcionalidad estrella de estos asistentes.
Es cierto que los que usamos un controlador domótico dedicado o incluso cualquier dispositivo domótico que no requiera controlador, podemos hacer eso con la App nativa de nuestro sistema/dispositivo, pero poder hacerlo con Google Home es una alternativa más, por ejemplo si no te gusta la aplicación móvil de tu sistema domótico, o para controlar con el dedo desde una única interfaz distintos dispositivos domóticos que sean cada uno de su padre y de su madre, sin tener que abrir mil aplicaciones distintas.
El caso concreto de eedomus
No estoy seguro de que controlar tu instalación domótica basada en eedomus a través de la nueva interfaz táctil de Google Home te aporte mucho con respecto a hacerlo con la App nativa de eedomus, al menos en un smartphone.
La App nativa de eedomus te podrá gustar más o menos visualmente, pero lo que no se puede negar es que es tremendamente efectiva y rápida. Haciendo lo mismo a través de la nueva interfaz de Google Home, será al precio de incrementar un poco la latencia y de depender de una plataforma externa más.
Además, no todo lo que tienes en eedomus se puede integrar en Google Home, o al menos no de forma tan eficiente. Me estoy refiriendo por ejemplo a los actuadores HTTP, UPnP, etc.
Dicho esto, donde sí creo que puede tener sentido optar pour la nueva interfaz de Google Home en vez de la App nativa de eedomus es en una tableta. En una pantalla más grande, la verdad es que la App de eedomus se ve muy pobre visualmente hablando y puede apetecer más recurrir a Home de Google, con sus iconos estilizados y sus controles deslinzantes en forma de círculo para los dimmers, por ejemplo.
Al igual que muchos usuarios recurrían hasta ahora a ImperiHome a la hora de controlar su instalación domótica basada en eedomus (u otros controladores) desde una tableta, es posible que ahora muchos opten por la App Home de Google, que es gratuita, muy intuitiva y atractiva visualmente.
Inteligencia dómótica y protocolos domóticos
Desde el lanzamiento de esta actualización de Home, muchos son los medios generalistas y blogs que han anunciado con grandes titulares que Google Home se había convertido en el centro de control del hogar.
Y yo no puedo sino discrepar de esa apreciación precipitada que obvia lo principal: un sistema domótico es muchísimo más que una interfaz, ya sea de voz o visual/táctil. Y a día de hoy, Google Home y los otros asistentes no son más que eso desde el punto de vista de la domótica.
No digo que Google Home sea carente de “inteligencia” (si es que lo podemos llamar así, que esto daría para otro debate), pero esa inteligencia está centrada en la gestión de la voz. En cuanto a inteligencia domótica, ofrece muy poco o nada, como los demás asistentes de voz por cierto.
Cierto es que las rutinas, tanto en Google Home como en Alexa, van un poquito en ese sentido porque pretenden proporcionar al usuario una forma de “programar” la gestión conjunta de distintos dispositivos domóticos. Pero comparar esto con la “inteligencia” domótica que ofrecen sistemas como eedomus, Jeedom, Vera, Fibaro, Domoticz, OpenHAB, Home Assistant y otros, es simplemente un chiste.
Y sino dime tú cómo programas con Google Home, HomeKit o Alexa que tu sistema domótico controle la apertura/cierre parcial o total de tus persianas y la calefacción en función de las precipitaciones reales, del viento, de la temperatura interior y exterior, de la humedad, de la presencia o no de personas en casa, de la ocupación de cada habitación de la casa, a la vez que pone y quita la alarma cuando es necesario, todo ello previendo la posible visita de personal de limpieza, sin olvidar el control de los niños cuando entran y salen de casa, la seguridad técnica, la integración de sistemas complejos como suelo radiante/refrescante, climatización por conductos y mil cosas más…
Quizá algún día Google incorpore ese nivel de inteligencia domótica en Google Home, pero de momento no es así ni mucho menos. Así que conviene llamar a las cosas por su nombre: Google Home es una estupenda interfaz de voz y ahora una interesante interfaz visual/táctil, pero desde mi punto de vista está muy lejos de ser lo que se entiende por controlador domótico.
Para los controladores domóticos dedicados, Google Home y otros asistentes inteligentes no son una amenaza, al menos de momento, sino una extraordinaria oportunidad.
eedomus aderezado con Google Home, por poner un ejemplo, es una auténtica gozada. No sólo te da la posibilidad de controlarlo todo con la voz, sino que además puedes usar Google Home como altavoz externo. Desde luego, es mejor que eedomus solo y por supuesto nada que ver con Google Home y dispositivos domóticos de distinto pelaje ultradependientes de la nube y de servidores externos y, en muchos casos, chinos…
Mientras Google Home y los demás asistentes no abracen uno o varios protocolos domóticos de verdad (Z-Wave, ZigBee, EnOcean…), y lo sigan basando todo en una integración cloud-to-cloud vía wifi, no dejarán de ser eso, meras interfaces.
¿Qué pasa cuando te quedas sin Internet en tu casa? Pues que Google Home y todo lo que está integrado en él se cae como un castillo de naipes…
Con un controlador domótico dedicado basado en Z-Wave, ZigBee, EnOcean, BT Mesh u otros protocolos especialmente diseñados para la domótica y no dependientes del Wifi y de una conexión a Internet, aunque te quedes sin conexión, cuando llegas a casa puedes controlar todo, y entre otras cosas ¡puedes desactivar la alarma para entrar!
Hoy en día poner todos los huevos de la domótica en el cesto de Google Home es depender de una conexión a Internet que a veces falla y además lo suele hacer en el momento menos oportuno…
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