Ya no solo separo la basura en cubos, ahora también lo hago con la ropa sucia y tiene todo el sentido

Ya no solo separo la basura en cubos, ahora también lo hago con la ropa sucia y tiene todo el sentido

Te pones una prenda, llegas a casa y al cesto de la ropa sucia. Y ya cuando lo tienes lleno hasta arriba o llega ese fin de semana con algo de tiempo libre para ponerse al día, lo metes a la lavadora para iniciar ese ciclo de lavado – secado – planchado – recogido, ¿no? Bueno, pues sí pero no, porque en realidad estamos perdiendo tiempo en el proceso.

Porque en realidad ese cesto de la ropa sucia acumula ropa de todo tipo, desde los calcetines del pádel con su arenilla al jersey de lana pasando por los vaqueros. Asimismo, lo mismo cabe esos shorts del gym amarillos fosforitos que unas sábanas blancas. Por eso un día tomé una determinación y seguí el consejo de la experta en organización doméstica Cristina Muñoz, de Orden_y_espacios: usar un cesto para la ropa blanca y otro para ropa de color

Ahorra tiempo y esfuerzo: divide el cubo de la ropa en dos

En realidad, lo apañé con mi viejo cubo de la ropa sucia que tengo en el baño, destinando dos bolsas de tela para tal fin. La idea era dividir el espacio destinado sin tener que comprar nada ni ocupar de más. Tras un par de semanas con dos cubos puedo decir que he conseguido que el proceso de lavado sea más eficiente con el mínimo esfuerzo: echar la ropa en un sitio o en otro.

La separación previa no lleva nada de esfuerzo, en tanto en cuanto te vas quitando la ropa y la dejas donde toque. Van pasando los días y descubres que uno de ellos se ha llenado: normalmente me suele pasar cuando llevo varios días jugando a pádel y atesorando ropa deportiva sudada o cuando en el finde limpio la casa, cambio sábanas y toallas (de colores blancos). La primera ventaja es clara: ya sé cuándo toca lavar sin tener que ir sacando las prendas y comprobando.

Obviamente si ya tengo ese cesto con la ropa clasificada por color, lo segundo que me ahorro es tener que hacer la separación. La de veces que me ha pasado que se queda un calcetín perdido en el fondo o, el caso contrario, que se cuela una prenda donde no toca.

Como consecuencia de que no se cuele alguna prenda, también me he evitado algún que otro disgusto: si se te cuela ropa interior roja en una colada de sábanas blancas, estas pueden acabar rojas. O también puede pasar que metas algún tejido que empequeñece con las altas temperaturas entre esas toallas que vas a poner con un lavado largo y caliente para higienizar.

También he descubierto que me puedo ahorrar poner alguna que otra lavadora: una vez vas viendo la frecuencia con la que se llenan los cubos, puedes planificar mejor cuándo lavar y cuándo puede aguantar las prendas unos días más. Un ejemplo: con todo en el mismo cesto, si metes varias toallas o sábanas puedes pensar que ya hay demasiado y toca lavar, cuando a lo mejor todavía no hace falta.

En Xataka Home | Había probado todos los trucos para que mi ropa dejara de oler mal al salir de la lavadora. Estaba cometiendo el error más tonto

En Xataka Home | Tenía poco espacio en mi armario y mucha ropa, así que he usado el truco de la percha para hacer hueco: ha funcionado

Portada |  Kaboompics.com


La noticia

Ya no solo separo la basura en cubos, ahora también lo hago con la ropa sucia y tiene todo el sentido

fue publicada originalmente en

Xataka Smart Home

por
Eva R. de Luis

.