En Argentina, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) han patentado un innovador dispositivo que permite monitorear la calidad del aire con mayor precisión, velocidad y eficiencia que los sensores tradicionales. Se trata de un sensor de dióxido de carbono (CO₂) con tecnología de flujo forzado, diseñado para múltiples aplicaciones en espacios interiores y exteriores.

Este desarrollo, liderado por el Grupo de Investigación AeroMat bajo la dirección de Lucio Ponzoni, surgió durante la pandemia de COVID-19, cuando se evidenció la relación entre la calidad del aire en espacios cerrados y el riesgo de contagio. Además, es de bajo costo, se fabrica con impresión 3D y tiene gran potencial comercial por sus múltiples aplicaciones en salud, industria y hogares.
Este sensor puede utilizarse en hospitales, medios de transporte, oficinas, escuelas y otros espacios donde se requiere controlar la renovación del aire. También es útil para monitorear procesos de combustión en hogares y plantas industriales, e incluso en el sector vitivinícola, donde se emplea para controlar la fermentación mediante la medición de oxígeno y CO₂.
Tecnología de flujo forzado y diseño aerodinámico
Lo novedoso del dispositivo no radica en el sensor electrónico, que es estándar en el mercado, sino en el diseño del alojamiento aerodinámico que lo contiene. Este sistema fuerza al aire a circular dinámicamente a través del sensor, lo que permite obtener mediciones más representativas del entorno. A diferencia de los dispositivos estáticos, este diseño mejora significativamente el alcance y la precisión de las lecturas.
El mecanismo se basa en un sistema de flujo forzado cruzado complementado con el Efecto Venturi, que acelera el paso del aire al hacerlo circular por un canal estrecho. Así, el sensor capta aire de distintas zonas del ambiente y ofrece lecturas más rápidas y precisas.
El alojamiento dinámico puede fabricarse con impresoras 3D utilizando bioplásticos, lo que permite su producción descentralizada en cualquier parte del país. El dispositivo también cuenta con alertas visuales y auditivas que se activan al detectar niveles de CO₂ superiores a los 1.000 ppm, valor internacional de referencia para garantizar una ventilación adecuada.
La patente, otorgada por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), garantiza a CNEA y UNTREF los derechos exclusivos de fabricación, uso, venta y exportación por 20 años. Su bajo costo y versatilidad lo posicionan como una solución concreta con fuerte potencial comercial.
La entrada Investigadores de Argentina patentan un nuevo sensor de CO2 para monitorear la calidad del aire aparece primero en CASADOMO.