A la hora de mitigar el calor en casa, además del aire acondicionado también tenemos otra alternativa que nos resultará mucho más económica tanto en la adquisición de los equipos como en el uso diario: un climatizador por evaporación.
Están basados en el clásico «efecto botijo», que permite enfriar el aire circundante gracias al proceso de evaporación del agua introducida en un recipiente dentro del equipo.
Aunque son aparatos que suelen tener un consumo energético reducido si lo comparamos con un aire acondicionado, en lugares donde el acceso a la electricidad es un problema, gastar entre 50-70 vatios puede ser un inconveniente. Y es aquí donde entra en juego el invento que hoy traemos bajo el nombre de Aquilo.
Un refrigerador personal de baja energía
Aquilo es un sistema de refrigeración basado en enfriamiento evaporativo inspirado en las torres egipcias que utiliza un trozo de tela húmeda y un ventilador de muy bajo consumo para refrescar el aire cercano al usuario.
Su objetivo no es enfriar toda una habitación, o por lo menos no por sí solo, sino más bien ser un refrigerador más personal situado cerca del usuario y colocado al lado del sofá, la cama o el escritorio de trabajo.
¿Qué lo diferencia de otros sistemas de climatización evaporativos? Pues su enfoque «sostenible» que básicamente consiste en un reducido consumo de agua y energía, así como en estar hecho con materiales sencillos, duraderos y que el propio usuario puede sustituir cuando se estropean.
El ventilador situado en la parte superior del invento se encarga de aspirar el aire caliente y lo hace pasar por un entramado de tejido empapado en agua que está conectado a un pequeño depósito mediante un sistema rotatorio que lo moja y mantiene tenso.
Al atravesar el aire el tejido húmedo se produce la evaporación, absorbiendo parte del calor ambiental y bajando la temperatura expulsando aire más fresco por la zona superior. Todo ello con un consumo de electricidad que se sitúa en 1,5 vatios según el inventor.
Esta baja necesidad de energía permite alimentar el aparato por medio de pequeños paneles solares portátiles o baterías, por lo que puede usarse en zonas donde la electricidad no está disponible, hay apagones o su acceso es demasiado caro como para utilizar otros sistemas de mayor consumo.
Además, otra de sus ventajas es que cada componente está pensado para poder ser desmontado, arreglado o sustituido con facilidad. No hay plásticos de un solo uso, ni gases refrigerantes y la tela puede lavarse o cambiarse para evitar la aparición de mohos y alérgenos.
Precio y disponibilidad
Por el momento este invento se encuentra en fase de desarrollo y no está a la venta, aunque su objetivo es aumentar la eficiencia térmica y optimizar los materiales permitiendo la construcción local y de forma escalable.
Vía | Ecoinventos
Más información e imágenes | James Dayson Award
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La noticia
Este invento quiere ser nuestro aire acondicionado personal de bajo coste. Promete refrescarnos gastando solo 1,5 vatios de luz
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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