Puede parecer una estancia más de la casa, pero la cocina es uno de los lugares donde más accidentes domésticos pueden producirse y así lo corroboran por ejemplo en Mapfre. En un mismo espacio se combinan agua, fuego, electricidad y utensilios cortantes, por lo que merece toda nuestra atención.
Con el objetivo de prevenir incidentes, el Ayuntamiento de Madrid por medio de los Bomberos de Madrid, ha elaborado una serie de normas y recomendaciones para evitar sustos e imprevistos mientras cocinamos. Algunos consejos pueden parecer obvios, pero otros conviene recordarlos y tenerlos siempre presentes.
Riesgos al cocinar
No es un dato al azar. Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSST) perteneciente al Ministerio de Empleo y Seguridad Social, “mientras se prepara la comida ocurren el 18,7% de los accidentes; es, con diferencia, la actividad más peligrosa”.
Colocarse frente a los fogones —ya sea con vitrocerámica o fuego real— exige máxima concentración. Un simple descuido puede salir muy caro, no solo por los daños materiales que cause, sino también porque puede poner en peligro nuestra vida y la de quienes nos rodean.
Uno de los consejos más importantes está relacionado con el uso del aceite al cocinar. Cuando se preparan fritos o platos a la plancha, es esencial no llenar la sartén más de un tercio de su capacidad, ya que el aceite caliente podría desbordarse y provocar un incendio. Además, nunca debe dejarse una sartén desatendida mientras esté al fuego: bastan unos segundos de distracción para que ocurra un accidente grave.
En relación a la posición del mango de las sartenes un consejo básico. Para garantizar una colocación segura, lo ideal es situar la sartén en el fuego interior y orientar siempre el mango hacia dentro. De este modo, se evitan golpes accidentales y posibles quemaduras, ya que un simple golpe podría hacer que la sartén caiga al suelo o incluso provoque un incendio.
También es importante comprobar que el mango no sobresalga del borde de la encimera o la placa, y asegurarse de que la sartén esté bien centrada y estable.
Entre los consejos que ofrece destacan no conviene añadir alimentos cuando el aceite esté excesivamente caliente —si desprende mucho humo, es señal de que está a punto de arder—. En ese caso, retíralo del fuego unos segundos y enfríalo con un poco de aceite nuevo antes de continuar.
El aceite hirviendo representa un peligro, ya que puede salpicar durante la cocción o derramarse al verterlo, provocando lesiones graves en la piel.
A estos consejos se puede añadir una recomendación extra mencionada por Occident Seguros que hace referencia a los riesgos de quemaduras, que son frecuentes incluso sin que se produzca un incendio. Pueden ocurrir al tocar superficies calientes como una placa encendida o una cafetera, o al exponerse al vapor de ollas en funcionamiento, especialmente las de presión.
A la hora de cocinar, aconsejan usar ropa ajustada o con mangas estrechas para evitar que la tela entre en contacto con el fuego o con el aceite caliente. Pequeños detalles como este marcan una gran diferencia en materia de seguridad y de hecho empresas especializadas en riesgos y seguridad lo aconsejan.
Pero ¿qué debemos hacer si, a pesar de todas las precauciones, se produce un incendio y el aceite comienza a arder? En ese momento, lo más importante es mantener la calma y actuar con rapidez. A continuación, te mostramos los pasos que recomiendan los Bomberos de Madrid para actuar correctamente en una situación así:
- En este caso lo primero es apagar inmediatamente el fuego o la placa de cocina.
- Cubrir la sartén con una tapa de mayor tamaño o, en su defecto, con una bandeja metálica. Esto sofocará las llamas al eliminar el oxígeno.
- No mover nunca la sartén, ya que el aceite en llamas podría derramarse y extender el fuego por toda la cocina.
- Jamás hay que arrojar agua sobre el aceite ardiendo: el contacto entre el agua y el aceite caliente puede provocar una explosión de vapor y agravar el incendio.
Si el fuego no se apaga rápidamente, abandonar la cocina cerrando la puerta tras salir para contener las llamas. Coger las llaves de casa, salir del domicilio, cerrar las puertas y avisar a los bomberos. Esperarlos en la entrada del edificio y entregarles las llaves para que puedan actuar sin demora.
Otros riesgos a vigilar
Además de las quemaduras, son habituales los golpes y caídas. Chocar con encimeras o muebles es algo común, pero lo más peligroso son los resbalones causados por suelos mojados con agua o aceite, ya que pueden derivar en caídas con consecuencias serias.
Si la cocina funciona con gas natural o butano, existe el riesgo de fugas, un problema menos frecuente pero potencialmente muy peligroso. Una fuga puede generar explosiones, incendios o intoxicaciones si no se detecta a tiempo, por lo que es esencial mantener una buena ventilación y revisar las instalaciones periódicamente.
También es importante tener cuidado con los utensilios cortantes como cuchillos, tijeras, peladores o ralladores. Son una de las causas más comunes de heridas, especialmente cuando no están bien afilados, ya que pueden resbalarse y causar cortes. No está demás repasar estos consejos que adoptan los profesionales.
Por último, los recipientes calientes —sartenes, ollas, bandejas de horno o platos recién sacados del microondas— deben manipularse siempre con protección adecuada para evitar quemaduras por contacto.
Foto de portada | Cottonbro Studio
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La noticia
Parecen inofensivas, pero las sartenes pueden provocar accidentes graves: los consejos de los Bomberos de Madrid para evitarlo
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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