Llega el momento de volver a encender los radiadores y, aunque muchos piensen que basta con girar la llave y listo, hacerlo correctamente y de forma eficiente requiere tener en cuenta varios aspectos. Mantenerlos limpios es uno de los más importantes, y con este truco sencillo podrás hacerlo mucho más rápido.
Con el paso del tiempo, los radiadores acumulan polvo, sedimentos y suciedad que acaban formando una capa exterior que reduce su capacidad para disipar el calor. Pero el verdadero problema aparece cuando la suciedad se acumula en el interior del radiador, afectando su rendimiento. Si ya has probado varios métodos sin éxito, este otro truco puede ser la solución definitiva.
Sin suciedad, más calor

Toda esa suciedad de la que hemos hablado acaba adherida al radiador, y cuando se acumula en los cuerpos internos, eliminarla resulta mucho más complicado. Por eso me llamó la atención el truco que comparte la cuenta @La_reforma_de_mi_vida en Instagram: solo se necesita un estropajo y un poco de amoníaco.
Basta con mezclar agua y amoníaco (sirve Volvone) en un recipiente, ya que este producto actúa como un potente limpiador, capaz de disolver la grasa y eliminar los residuos que se acumulan en el interior del radiador. Después, hay que mojar un estropajo, de los que usamos habitualmente para fregar los platos (yo he usado uno viejo).
Con el estropajo bien humedecido, se desliza por los cuerpos internos del radiador, permitiendo que se adapte a cada rincón. Si cuesta moverlo, se puede usar un palo, como el del cepillo de barrer, para ayudar a empujarlo suavemente.

Así ha salido el estropajo
Al hacerlo, el estropajo va eliminando la suciedad incrustada y las paredes metálicas recuperan su capacidad de transmitir el calor de forma uniforme, lo que mejora el rendimiento del radiador y evita la aparición de zonas frías.
Como medida de precaución, y dado que parte del suelo es de parquet, he colocado un paño bajo el radiador para recoger el agua que pueda caer durante la limpieza y evitar que entre en contacto directo con la madera.
Un radiador limpio favorece un flujo de aire más eficiente, lo que se traduce en una distribución del calor más uniforme por toda la estancia. Además, si sufres de alergias o problemas respiratorios, mantenerlo libre de polvo siempre será beneficioso para tu salud y bienestar.
Vía | El Economista
En Xataka SmartHome | Un fontanero me ha dicho dónde debo colocar el termostato para que los radiadores sean más efectivos. Lo estaba haciendo mal
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La noticia
Esto es lo que pasa cuando usas agua con amoníaco en los radiadores: lo he probado y este ha sido el resultado
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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