!Ya está aquí! Llega otra vez ese día del año en el que cambiamos al horario de invierno, una acción que todos tendremos que realizar de forma manual o automática en nuestros relojes y dispositivos, y que este 2025, como es costumbre, tendrá lugar en el último fin de semana del mes.
¿Cuándo será el cambio de hora de invierno de 2025? Se producirá la madrugada del sábado 25 de octubre al domingo 26 octubre, cuando a las 3:00 horas los relojes se atrasarán una hora, volviendo a las 2:00 horas.
Es decir, a las tres de la madrugada pasarán a ser las dos (hora peninsular), justo lo contrario que sucede en el cambio de horario de verano. Parece poca cosa, pero este pequeño y aparentemente inofensivo cambio puede tener algunas consecuencias como ciertos desarreglos fisiológicos o incluso repercutir en nuestro gasto eléctrico a final de mes. ¿Por qué?, ¿cuáles son los efectos más destacados que puede ocasionarnos?
Índice de Contenidos (2)
Cambio de hora, efectos en la factura eléctrica
El cambio de hora es una medida que fue aplicada por primera vez a principios del siglo XX y que posteriormente cerca de un 40% de países en todo el mundo han venido acogiendo con el argumento generalizado de que se consigue un mayor ahorro energético, además de que los ciudadanos podemos aprovechar mejor la luz natural del sol.
Sin embargo, si bien es cierto que en espacios con grandes sistemas de iluminación artificial (empresas, comercios, oficinas, fábricas, etc.) es posible lograr un ahorro económico importante, en los hogares la medida puede incluso ser contraproducente, ya que este desplazamiento del horario de luz natural no coincide con los precios bajos de la electricidad para uso doméstico.
El principal motivo para que a los consumidores domésticos no nos beneficie el cambio de horario lo encontramos en cómo se comporta el precio de la electricidad. ¿Por qué? Pues porque la facturación de nuestra compañía eléctrica va a mantenerse igual que antes, tengamos la tarifa que tengamos.
La mayoría de los días, las horas con el precio de la electricidad más barato se sitúan en la franja que va de las 14:00 a las 16:00 de la tarde con tarifas indexadas como la PVPC. Por su parte, el horario más caro está habitualmente en la franja que comprende de las 20:00 a las 22:00.
Horas más caras y baratas reales en septiembre para el precio de la luz. Fuente: Xataka Smart Home
Y con el paso al horario de invierno lo que estamos haciendo es básicamente ganar una hora de luz natural al amanecer, tramo que como podemos ver en el gráfico de precios medios tiene un coste intermedio de la electricidad para consumidores domésticos entre las 06:00 y las 13:00 horas, mientras que perdemos una hora de luz natural por la tarde-noche, que como podemos observar es donde se sitúa la franja con precios más elevados.
De hecho, si contamos con una tarifa como la PVPC el cambio al horario de invierno puede perjudicarnos, puesto que dependiendo del uso que hagamos en el hogar, de cuándo nos levantemos y acostemos, nos obliga a tener que encender las luces de casa una hora antes por las noches, justo en el horario donde la electricidad está en media más cara, lo contrario que sucede cuando pasamos al horario de verano.
Por todo ello, el cambio horario de invierno puede ocasionarnos un cierto incremento en la factura eléctrica a final de mes, aunque también hay que considerar cómo de importante puede llegar a ser este coste. En la práctica, la realidad es que la mayoría de familias sigue manteniendo sus hábitos de uso de electrodomésticos con independencia del horario de la luz natural (frigoríficos, lavadoras, hornos, etc. se usan igual sin importar el cambio de hora), causando el cambio horario solo variaciones en el uso de la electricidad para generar luz.
Es decir, en general lo que variamos es cuándo encendemos las bombillas de casa. Y puesto que la mayoría de viviendas contamos ya con bombillas de tipo LED de muy bajo consumo, tener encendida una hora más cada día la iluminación de casa en general no supone una diferencia notable.
Por ejemplo, suponiendo un caso típico en el que tengamos cuatro o cinco bombillas LED encendidas de más cada día una hora por la tarde, cada una gastando 5 o 6 vatios, el consumo diario extra será de entre 20-30 vatios. Extrapolando a todo un mes tenemos entre 600 y 900 vatios, que si tomamos un precio medio de la electricidad de 0,25 euros por kilovatio en esa hora de tarde-noche nos da un gasto extra de unos 0,22 euros al mes; insignificante.
Cómo afecta el cambio horario a nuestra salud
Pero más allá de la factura eléctrica, el cambio horario también puede afectarnos a nivel fisiológico, ya que cambia lo que se conoce como ritmo circadiano. Es algo así como el reloj interno de nuestro organismo que ayuda a regular el funcionamiento físico y mental, estando a cargo de innumerables procesos fisiológicos.
De él dependen aspectos tan cotidianos pero importantes como la hora a la que tenemos hambre, a la que tenemos sueño, cuándo estamos más despiertos y activos o cuándo más aletargados y en estado de reposo. Y modificar artificialmente este reloj puede provocar malestar temporal o, incluso, enfermedades más o menos graves a largo plazo sobre todo si se modifican los hábitos de exposición a la luz solar.
Este último punto es el que Investigadores de Stanford Medicine han estudiado recientemente para saber cómo afectaban a dichos ritmos aplicar tres políticas horarias diferentes: el horario de invierno, el de verano y el horario con cambio bianual. Para ello analizaron la exposición real a la luz bajo cada política, basándose en las horas locales de salida y puesta del sol, observando el impacto en los ritmos circadianos y las características sociosanitarias de cada condado norteamericano.
¿Cuáles han sido los resultados? Se dieron cuenta de que «mantener el horario estándar o el horario de verano es mejor que cambiar dos veces al año». Según sus datos, el horario de invierno «evitaría unos 300.000 casos de ictus al año y reduciría la obesidad en 2,6 millones de personas». El horario de verano permanente, por su parte, «lograría aproximadamente dos tercios del mismo efecto». Según explicaba Jamie Zeitzer, profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad de Standford:
Cuando hay luz por la mañana, se acelera el ciclo circadiano. Cuando hay luz por la tarde, se ralentiza […]. Generalmente se necesita más luz matutina y menos luz vespertina para mantener una buena sincronización con un día de 24 horas
Este estudio da indicaciones interesantes sobre el efecto del cambio horario, aunque está lejos de ofrecer una respuesta absoluta y definitiva sobre si es bueno o malo variar dichos horarios a largo plazo. No obstante, lo que sí está claro es que a corto plazo podemos sufrir pequeños desajustes de sueño o sentir más cansancio de lo normal, situaciones que suelen durar unos pocos días tras el nuevo horario.
Imagen portada | Mpho Mojapelo
En Xataka Smart Home | Cómo saber qué precio tendrá la luz mañana tanto si tienes una tarifa en el mercado libre como en el regulado
–
La noticia
Llega el cambio al horario de invierno de 2025: cuándo es, cómo afecta a tu factura eléctrica y cómo puede influir en tu salud
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
.