Tener una estufa en casa puede ser una estupenda idea si queremos un sistema de calefacción a prueba de apagones, aunque los modelos tradicionales de leña necesitarán contar con una chimenea o salida humos, y los más modernos de pellet además dicha salida también dependen de la electricidad para funcionar.
Sin embargo, hay una alternativa de lo más socorrida y decorativa que ha ido cobrando relevancia en los últimos años gracias a su sencillez de uso y manejo del combustible que utilizan: las estufas de bioetanol.
Estufas de bioetanol: ventajas e inconvenientes
Las estufas o chimeneas de bioetanol son dispositivos de calefacción que cuentan con un pequeño depósito de combustible que únicamente necesita la apertura de una válvula para ponerse en marcha, requiriendo para encender la llama un encendedor alargado.
En dicho depósito tendremos que echar bioetanol, un tipo de alcohol que se produce a partir de plantas con alto contenido de celulosa, como la caña de azúcar, la remolacha o el maíz. Además, se puede extraer de desechos forestales y residuos agrícolas, por lo que es respetuoso con el medioambiente.
No emite residuos, humo ni olores, es fácil de manejar y guardar y lo podemos comprar en garrafas generalmente de entre 3 y 10 litros que iremos suministrando a la chimenea según necesitemos.
La estufa no requieren de instalación compleja, ya que el equipo funciona de forma autónoma y tampoco es necesario contar con una salida de humos, porque su combustión es relativamente limpia y no produce humo, ni cenizas ni residuos tóxicos.
El único mantenimiento que necesitan es la recarga del combustible, emitiendo durante el proceso de combustión vapor de agua y una mínima cantidad de CO₂, que debe evacuarse para mantener un ambiente saludable, por lo que es recomendable una buena ventilación de la habitación cada dos horas de uso de la estufa.
Suelen contar con bonitos, modernos y elegantes diseños que encajarán prácticamente en cualquier salón y que podremos colocar directamente en cualquier pared que tengamos libre. En las tiendas podemos encontrar diferentes modelos con muy distintos tamaños y capacidades caloríficas, y en general nos llegarán desmontadas y tendremos que hacer algo de bricolaje para tenerlas en marcha.
Su principal ventaja es la sencillez de instalación, un uso fácil y cómodo, y no necesitar salida de humos, tuberías ni nada parecido. Pero también presentan algunas desventajas importantes.
El coste de uso es mucho más elevado que el de las estufas de leña y pellet porque el bioetanol es más caro. Las botellas tienen un precio que fácilmente duplica o triplica el de los pellet, y no se vende en todos los comercios, por lo que deberemos asegurarnos que podemos encontrarlo cerca de casa.
¿Merecen la pena? Si lo que queremos es un aparato de calefacción que sea decorativo y caliente habitaciones medianas o pequeñas, pero solo de forma puntual, por ejemplo para emergencias en caso de apagón, para recibir visitas en Navidad, para usar los fines de semana, etc. son una estupenda opción.
Si lo que necesitamos es un sistema de calefacción general para toda la casa que usaremos a diario de forma intensiva durante muchas horas al día y con gran capacidad calorífica, estos equipos resultarán menos eficientes, potentes y más caros de usar que las estufas convencionales.
Imagen portada | Amazon
En Xataka Smart Home | Calentar la casa con una estufa de leña o pellets ya no es un chollo: esto es lo que cuesta hacerlo con los precios actuales
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Quiero poner una estufa en casa sin salida de humos y a prueba de apagones: estas son las ventajas e inconvenientes del bioetanol
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por
Paco Rodríguez
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