Cuando el calor aprieta, el aire acondicionado se convierte en uno de los mejores aliados para combatir las altas temperaturas en casa. Sin embargo, aunque pueda parecer que su manejo no tiene misterio, existen funciones que muchos desconocen. Sin ir más lejos, en casa de mis padres tienen un aparato antiguo con una función que han tardado mucho en descubrir.
No es necesario disponer de un aire acondicionado de última generación para beneficiarse de las ventajas de ciertas opciones que resultan muy prácticas. Y es que, gracias a esta función, el equipo consigue enfriar la estancia de forma más homogénea durante los días de calor.
Un botón escondido
El aire acondicionado antiguo de mis padres
La mayoría de los aires acondicionados del mercado incorporan distintos modos de funcionamiento. Por eso es tan importante consultar el manual de instrucciones y conocer qué aporta cada uno y cuándo conviene utilizarlos. En el caso de mis padres, su aparato, con casi 40 años de antigüedad, contaba con una función muy útil que sigue estando presente en muchos modelos actuales.
Entre las distintas funciones que ofrecen los aires acondicionados, hay una que suele estar presente en la mayoría de los modelos, aunque no siempre sabemos cómo aprovecharla. Según el fabricante, esta función puede recibir diferentes nombres, pero su finalidad es siempre la misma.
Se trata del modo “Swing”, como se denomina en este caso, aunque en otros aparatos puede aparecer como “oscilación” u otros términos similares. Su función no tiene misterio: su objetivo es facilitar que el aire se distribuya de forma más uniforme por toda la estancia.
Gracias a este modo, el flujo de aire fresco no se concentra en un solo punto (se acaba quedarse helado en un sitio), sino que se reparte por la habitación, lo que mejora la sensación de confort y evita tener que bajar tanto la temperatura del termostato para conseguir el frescor deseado.
De hecho, el modelo antiguo que tienen mis padres, pese a los años, ofrece un funcionamiento más completo que el aire acondicionado más moderno que tengo en casa. En ese equipo más veterano, las lamas se mueven tanto en horizontal —las que se ven en el exterior— como las lamas internas, dispuestas en vertical, que oscilan de izquierda a derecha.
Todas las lamas que se mueven, en vertical y horizontal
Si quieres comprobar si tu aire acondicionado dispone de esta función, solo tienes que coger el mando a distancia (o el manual de instrucciones) y fijarte si entre los botones hay alguno identificado con ese nombre o con un icono de flechas que representen el movimiento de las lamas, ya sea en sentido vertical, horizontal o en ambos, según el modelo. Por ejemplo, en un equipo más moderno que tengo en casa, existe una tecla llamada “Vane” que activa el movimiento automático de las lamas (también se puede usar de forma manual).
El mando de mi aire con la función «Vane», manual y automática
Este modo resulta especialmente útil en habitaciones amplias, de forma alargada o con una distribución que dificulte que el aire se reparta de forma uniforme (por ejemplo, si hay muebles que bloqueen el paso del flujo de aire).
En estas circunstancias, el modo oscilación ayuda a que el aire se distribuya de manera más equilibrada, evitando que se formen zonas con exceso de frío o de calor. Esto mejora la sensación de confort y permite que el equipo trabaje de forma más eficiente, sin necesidad de forzarse para compensar esas diferencias de temperatura.
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La noticia
Mis padres tienen un aire acondicionado de casi 40 años. Han descubierto una función para enfriar mejor la habitación
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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