Los corchos de las botellas que consumimos en casa se fabrican tradicionalmente con la corteza del alcornoque, un material natural con múltiples usos más allá de ayudar a mantener los líquidos contenidos dentro de la botella.
Hay quien los utiliza como decoración, por ejemplo rellenando un jarrón o los recicla decorando paredes, como aislante, como protector de rozaduras causadas por las patas de las sillas o como separadores de ciertos dispositivos para aliviar el calor. El caso es que los tapones de corcho son un pequeño tesoro que no conviene tirar a la basura.
Tapones de corcho en jardinería
Pero además, los tapones de corcho también pueden ayudarnos en el caso de que tengamos plantas sembradas en macetas en casa, incluso en el jardín y para prevenir plagas. ¿Cómo?
El corcho puede ayudar a prevenir encharcamientos. Cuando se producen, suelen acarrear la pudrición de las raíces, y distintas enfermedades que dañan nuestras plantas. Si las macetas de tus plantas tienen un plato donde recogerla, puedes colocar corchos enteros entre la maceta y la base del plato.
Así se ayuda a filtrar el agua y poner una barrera entre el agua del plato y la propia maceta. Además, también puedes utilizar corcho triturado como capa de drenaje en la maceta.
También puedes usarlos para crear un mantillo con el que cubrir tus macetas y protegerlas del exceso de radiación solar y deshidratación de la tierra. Ideal para el verano cuando estamos unos días fuera y queremos mantener algo de humedad en las macetas. Para hacerlo solo hay que cortar o triturar los tapones de corcho en pedazos pequeños y colocar una capa uniforme de corcho triturado sobre el sustrato alrededor de la planta.
También puedes usar los tapones de corcho para el compostaje. El corcho es biodegradable y puede ser añadido al compost para mejorar la aireación y la estructura del compost. En este caso debemos cortar los tapones en pedazos pequeños y mézclarlos con otros materiales orgánicos en la compostera. El corcho ayudará a airear el compost y mejorar su calidad.
Con los corchos puedes crear pies o soportes para las macetas. Al elevar ligeramente las macetas permitimos que circule el aire alrededor del cepellón y al mismo tiempo dificultamos que las hormigas aniden en la maceta a través de los orificios de drenaje. Solo tendrás que cortar los corchos por la mitad a lo largo y colocarlos debajo de la maceta con el lado plano hacia abajo.
Si en tu casa hay caracoles, el corcho también te ayudará a alejarlos de tus plantas favoritas. En este caso hay que triturar el corcho y esparcirlo alrededor de las plantas. A los caracoles no les gustan las superficies rugosas, por lo que evitarán pasar por encima para llegar a tu planta.
Imagen portada | John Murzaku
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La noticia
Antes tiraba los tapones de corcho usados, ahora he descubierto cómo aprovecharlos para mejorar la salud de mis plantas
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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