Si no tenemos aire acondicionado en casa o no queremos encenderlo por su alto consumo, una de las alternativas clásicas son los ventiladores, ya sean de pie o de sobremesa, incluso los modelos con sistema de evaporación, con los que conseguir una sensación térmica más agradable en casa.
Y dado que muchas veces el calor por la noche es insoportable y nos impide dormir bien, podemos tener la tentación de dejar estos equipos encendidos toda la madrugada para estar algo más cómodos. ¿Hay algún problema?
Dormir con el ventilador encendido: estos son los problemas que puede ocasionar
Tener toda la noche el ventilador funcionando junto a nuestra cama puede ayudarnos a dormir mejor, pero si no tenemos cuidado también puede provocar efectos negativos sobre nuestro organismo. Y no es solo teoría, como bien he podido comprobar en carne propia.
El año pasado sin ir más lejos en plena ola de calor de mediados de agosto no quería encender el aire acondicionado porque el chorro me daba demasiado directo y era muy frío, así que durante varios días opté por dejar el ventilador encendido en posición de oscilación y delante de la ventana para que hiciese entrar el aire un poco más fresco del exterior.
¿El resultado? Pues una tortícolis de campeonato al levantarme a la mañana siguiente que me duró unos cuantos días y que irónicamente tuve que tratar con una manta eléctrica aplicando calor en la zona.
Y es que, a nivel muscular, el uso prolongado de un ventilador puede terminar provocando que aparezcan contracturas, o rigidez, sobre todo si no nos estamos moviendo, como sucede por la noche mientras dormimos y permanecemos más o menos estáticos durante muchos minutos.
Pero además, diferentes expertos señalan que una corriente de aire provocada por el ventilador y que llega nuestro cuerpo puede también provocar un resecamiento de la piel y de las fosas nasales, así como congestión, dolor de cabeza, irritación en los ojos o sequedad de garganta.
También levanta y agita las partículas de polvo y gérmenes que haya en la habitación, algo que no beneficia a los alérgicos, agravando patologías como la bronquitis o la sinusitis.
¿Qué podemos hacer si queremos evitar todos estos problemas sin renunciar a usar un ventilador? Pues podemos tomar las siguientes precauciones:
- Evitar una corriente continuada en la misma dirección es esencial, aunque no siempre suficiente. Y un buen sistema para que esto no ocurra es usar el modo giratorio del ventilador y situar el dispositivo lejos de nosotros para que nos llegue una brisa suave y no aire directo.
- Establecer programaciones es otro truco que hará que el ventilador se apague y se encienda cada cierto tiempo, algo que podemos hacer si el dispositivo tiene un temporizador incorporado, o si no es el caso, usando un enchufe inteligente al que conectaremos el ventilador.
- También podemos dejarlo puesto en la primera hora tras acostarnos, cuando hará más calor y donde cogeremos el sueño, y luego programarlo para que se apague pasado ese tiempo.
- Si el ventilador tiene la función de modo silencioso o modo noche, es aconsejable usarlo, ya que hará que las aspas giren con una menor intensidad, generando una corriente de aire más suave y agradable.
En resumen, podemos utilizar un ventilador encendido toda la noche, algo que no será caro y permitirá rebajar la sensación de agobio para dormir algo mejor. Pero si no queremos encontrarnos con nuevos problemas de salud al levantarnos o agravar los que ya teníamos, convendrá seguir estas recomendaciones y tener bien en cuenta que lo mejor es crear chorros de aire indirectos que no nos alcancen directamente.
Imagen portada | Newlux
En Xataka Smart Home | Qué tipo de aire acondicionado es mejor para mi casa: ventajas e inconvenientes de cada modalidad
–
La noticia
Dormir con el ventilador encendido me ocasionó una tortícolis, y no es lo más grave que puede llegar a suceder según los expertos
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
.