Probé el truco de la botella en el ventilador y fue un fracaso: esto es lo que de verdad me ha funcionado

Probé el truco de la botella en el ventilador y fue un fracaso: esto es lo que de verdad me ha funcionado

Cuando el calor aprieta en casa (vivo en un piso en el que se pueden alcanzar fácilmente los 30° en verano) cualquier solución para intentar rebajar la temperatura es bienvenida. Por eso me decidí aprobar algo de lo que había oído hablar: el truco de la botella y el ventilador.

Seguramente habrás oído o leído sobre este método para mejorar el funcionamiento del ventilador. Decidí probarlo por curiosidad, aunque con algo de suspicacia para terminar dándome cuenta del error y de la pérdida de tiempo. Sin embargo me sirvió para comprobar otros métodos que realmente si me funcionaban.

Una pérdida de tiempo

Truco botella

Todos sabemos de qué bebida se trata

El truco de colocar una botella congelada delante del ventilador consiste en aprovechar el aire que genera el aparato para enfriar el ambiente de manera más eficaz. Otro truco que tampoco ha funcionado.

La idea es sencilla: se congela una o varias botellas llenas de agua y se colocan justo frente al ventilador, sobre una bandeja o recipiente que recoja el agua que pueda formarse por condensación. Al funcionar, el ventilador impulsa el aire a través de la superficie helada de la botella, enfriándolo ligeramente y distribuyéndolo por la estancia, lo que genera una sensación térmica algo más agradable.

Esa es la teoría, pero en la práctica he comprobado que está bastante alejada de la realidad. No solo es evidente que este sistema no baja la temperatura de la habitación como lo haría un aire acondicionado (algo lógico), sino que además me resulta bastante incómodo, ya que tengo que tener siempre a mano una botella congelada que, al poco tiempo, acaba generando un charco debido a la condensación.

El problema también es que la botella “suda” cuando hace calor por un fenómeno físico llamado condensación. Lo que ocurre no es que el agua salga del interior, sino que el vapor de agua presente en el aire se transforma en gotas al entrar en contacto con la superficie fría de la botella.

Cuando sacas una botella del frigorífico o del congelador, su temperatura es mucho más baja que la del ambiente. El aire caliente y húmedo que la rodea contiene vapor en suspensión, y al tocar la superficie fría, ese vapor se enfría rápidamente y se convierte en agua líquida, formando las clásicas gotitas que parecen sudor.

Lo que sí me ha funcionado

Ventilador

Una buena colocación es básica. Para que un ventilador de pie o sobremesa funcione de forma eficaz, es importante colocarlo en un espacio libre de obstáculos, evitando esquinas y muebles grandes. Lo ideal es situarlo cerca del suelo, donde se acumula el aire más fresco, y orientarlo hacia las zonas más calurosas de la habitación. También es aconsejable aprovechar la ventilación cruzada abriendo ventanas enfrentadas y puertas, y dirigir el flujo de aire para expulsar el calor y distribuir el aire fresco de manera uniforme.

Un truco que usamos en casa y que suele funcionar bastante bien consiste en combinar un ventilador con un humidificador. Es especialmente útil en climas secos y calurosos, ya que permite aumentar la humedad relativa del ambiente y generar una sensación de frescor más agradable.

El método consiste en colocar el humidificador cerca del ventilador, de modo que este arrastre las micropartículas de agua emitidas y las distribuya por la habitación. Si además se llena el depósito con agua fría o casi helada, el efecto es aún mayor, acercándose al de un ventilador con nebulizador o incluso a un pequeño refrigerador evaporativo.

Eso sí, hay que tener precaución, especialmente si se usa en interiores. Un exceso de humedad puede provocar condensación y mojar muebles o suelos, por lo que conviene ajustar bien la potencia del humidificador y evitar ponerlo al máximo. Este truco es más adecuado para patios, terrazas o habitaciones donde no importe tanto que aumente la humedad ambiental.

Otra forma de mejorar el uso del ventilador es combinarlo con el aire acondicionado. En casa lo que hacemos es poner el aire a una temperatura menos baja, por ejemplo entre 25 y 27 °C, y usar el ventilador para distribuir el aire fresco por toda la habitación. Así evitamos que el aire acondicionado trabaje a máxima potencia y conseguimos una temperatura agradable en menos tiempo.

De este modo, logro gastar menos energía porque el compresor del aire acondicionado no necesita encenderse con tanta frecuencia. Además, al generar movimiento de aire, el ventilador potencia la sensación de frescor en la piel, lo que nos permite estar igual de cómodos con una temperatura más moderada. Una combinación eficaz para ahorrar energía sin renunciar al confort.

Como te contaba, estos son los trucos que de verdad me han servido para que el ventilador funcione mejor. Porque los inventos raros, como el de la botella, al final solo me han hecho perder el tiempo.

Foto de portada | Alireza Kaviani

En Xataka SmartHome | Descubrí que el ventilador no enfría igual en todos lados: así conseguí que refrescara de verdad


La noticia

Probé el truco de la botella en el ventilador y fue un fracaso: esto es lo que de verdad me ha funcionado

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Xataka Smart Home

por
Jose Antonio Carmona

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