Muchos aficionados al mundo del cine en casa y la música buscamos tener la mejora calidad sonora posible, para lo cual solemos gastar una buena cantidad de presupuesto en adquirir diferentes equipos que luego llevamos a casa y no siempre nos dan la satisfacción que esperamos de ellos. ¿Qué está pasando?
Si no tenemos mucha experiencia a la hora de montar un sistema de sonido estéreo o sobre todo de cine en casa, lo más probable es que nos surjan todo tipo de dudas acerca de los componentes que necesitamos y sobre todo cuando llega el momento de instalarlos y configurarlos en casa.
Esto hace que muchas veces cometamos errores que van desde la fase inicial de la decisión de compra hasta la fase final de instalación y uso del equipo. A continuación vamos a repasar algunos de los más habituales que conviene evitar.
Índice de Contenidos (6)
- Mezclar altavoces «buenos» con «malos»
- Colocar el subwoofer muy separado de los altavoces frontales
- Comprar altavoces demasiado pequeños porque «se encargará el subwoofer»
- No usar el corrector acústico para mantener la «pureza» del audio
- No usar el mejor decodificador y DAC disponible
- Usar modos de audición efectistas
Mezclar altavoces «buenos» con «malos»
Nuestros presupuestos suelen ser limitados, por lo que a la hora de montarnos un sistema de sonido multicanal partiendo desde cero, raras son las ocasiones en las que podemos comprar todo el equipo de golpe, sobre todo si vamos a instalar muchos altavoces a la vez en una configuración 5.1 o superior.
De ahí que probablemente se nos haya pasado por la cabeza recurrir al socorrido truco del reciclaje de altavoces antiguos que tengamos en casa, procedentes de una minicadena, antiguo sistema estéreo o similar. Aquí podemos encontrarnos con varios problemas. Para empezar, hay que tener en cuenta si los altavoces proceden de un sistema de sonido que realizaba él el filtrado activo de frecuencias o si llevan el filtro pasivo incorporado.
Imagen: Klipsch
Esto es fácil de averiguar, ya que por ejemplo en el caso típico de las minicadenas suelen tener dos salidas de cables para cada altavoz, o una salida con algún conector extraño. En estos casos no conviene reutilizar los altavoces, ya que no podremos conectarlos correctamente a nuestro nuevo equipo.
¿Y si los que tenemos son altavoces de un sistema estéreo convencional con su filtro interno pasivo? Pues depende de la calidad que tengan y de lo que estemos pensando en instalar. En general, si son buenos altavoces podremos reutilizarlos sobre todo como canales de efectos traseros. Pero hay que recalcar, solo si son buenos.
No es la primera vez que alguien me comenta su intención de comprar tres altavoces para el frontal y luego reutilizar unos altavoces de bajas prestaciones para la parte de atrás, ya que «como solo son para reproducir ecos y efectos es suficiente». Esto dejó de ser cierto hace años, ya que las pistas de sonido actuales colocan más que ecos por los canales traseros.
De hecho, muchas veces posicionan voces, música y efectos complejos que necesitan un altavoz de calidad para sonar bien y no uno que no cuente con potencia suficiente y distorsione. Si no tenemos presupuesto es mejor esperar y disfrutar de un buen sonido 2.1 o 3.1 que mezclar altavoces buenos con malos, ya que al final el peor de todos es el que dominará sobre el resto.
Colocar el subwoofer muy separado de los altavoces frontales
Imagen: PxHere
El enorme subwoofer o altavoz de graves suele ser el que más problemas nos da a la hora de colocarlo en nuestras salas por sus dimensiones y porque no es fácil encontrar el punto de escucha dulce. A pesar de que lo ideal es ubicarlo en la zona frontal, junto a los altavoces izquierdo o derecho, no es raro encontrarnos con que no tenemos espacio y debemos situarlo en un lateral o incluso detrás del espectador.
¿Puede darnos problemas? Pues depende de la frecuencia de cruce que seleccionemos. Habitualmente se recomiendan unos 80 Hz, pero si tenemos altavoces muy pequeños seguramente tengamos que subir esta frecuencia a más de 100 o incluso 150 o 200 Hz.
Por encima de unos 80-100 Hz el sonido empieza a ser direccional. Esto significa que vamos a poder distinguir de donde vienen esas frecuencias con lo que si colocamos el subwoofer lejos de los altavoces notaremos un desfase (aunque esto se puede corregir) y sobre todo una pérdida de realismo, ya que los medios y agudos parecerán proceder de un sitio y los graves de otro.
Como consecuencia tendremos también una pobre imagen estéreo. Al tener que encargarse de los graves de los canales izquierdo y derecho, cuando escuchemos música nos dará la impresión de que todas las bajas frecuencias de ambos canales proceden de ahí, del subwoofer, perdiendo imagen estéreo en la reproducción musical.
El resultado es un sonido poco impactante y alejado de la realidad que empobrecerá mucho las capacidades de nuestro equipo. La solución teórica es sencilla: colocar el subwoofer cerca de los altavoces frontales y si es posible usar dos subwoofers, uno a cada lado.
Comprar altavoces demasiado pequeños porque «se encargará el subwoofer»
Imagen: Klipsch
Una de las tendencias que los primeros sistemas de home cinema multicanal nos dejaron hace unos años fue la de los cubos diminutos para frecuencias agudas que se complementaban con un subwoofer mucho más grande que se encargaría de los graves. No era extraño ir a una tienda y encontrarnos con este tipo de sistemas que prometían graves potentes y agudos cristalinos y probablemente lo lograban, pero a costa de unos medios-graves pobres o prácticamente inexistentes.
Es cierto que una de las misiones del subwoofer es ofrecer un sonido de baja frecuencia que cubra el espectro inalcanzable por los altavoces convencionales de nuestro home cinema. Pero si llevamos esta situación al extremo y hacemos recaer toda la tarea de reproducción en el subwoofer cortando demasiado alto, además de un sonido con deficientes frecuencias medias difíciles de localizar en la sala tendremos un altavoz que probablemente tenga que trabajar en exceso.
Esto nos dará como resultado un sonido con mayor nivel de distorsión a volúmenes elevados que empobrecerá la respuesta general del equipo. Además, con un solo subwoofer será prácticamente imposible lograr una respuesta plana, por lo que tendremos lugares de la sala con muchos graves y otros prácticamente sin ellos.
¿La solución? Pues mi recomendación es optar por altavoces para los canales principales de un tamaño que no sea inferior a las 5 pulgadas para que el típico corte que nos recomienda a 80 Hz pueda hacerse sin problemas (incluso más abajo si podemos) y no sobrecarguemos de trabajo al subwoofer, al tiempo que conseguimos tener frecuencias medias-graves definidas y bien dirigidas desde el canal que corresponda.
No usar el corrector acústico para mantener la «pureza» del audio
Es una de las cuestiones que más debate genera entre los aficionados al HiFi y al cine en casa, ya que los primeros nos dirán que cambiar la tonalidad del sonido, ecualizar, es poco menos que un pecado, mientras que los segundos consideran que es completamente necesario para lograr la mejor respuesta. ¿Quién tiene razón?
Pues si cuentas con una sala de escucha perfectamente acondicionada con respuesta plana y unos altavoces de alta gama con respuesta plana, la corrección acústica no sería en teoría necesaria. Pero como esta situación no se da en la mayoría de ocasiones, deberemos usarla siempre que nuestro equipo nos la ofrezca.
Una de las misiones fundamentales de los receptores A/V modernos y cada vez más barras de sonido e incluso televisores inteligentes es la de actuar como ecualizadores de nuestro sistema de reproducción, tratando de adecuar la respuesta de nuestros altavoces a las características acústicas concretas de la sala en la que vamos a instalarlos.
Para ello se realizan básicamente dos ajustes: en el dominio de la frecuencia y del tiempo. El primero trata básicamente de variar la amplitud de las señales en cada rango de frecuencias en función de las características de la sala y los altavoces, tratando de obtener una respuesta lo más plana que sea posible.
El segundo tiene en cuenta la respuesta temporal de los altavoces y de la sala a la hora de realizar los ajustes. Es decir, analiza cuánto tardan en llegarnos las señales de sonido desde los diferentes altavoces, analizando las reflexiones y las fases de cada señal para corregirlas en el punto de audición de forma que escuchemos señales en la misma fase.
El resultado tras usar el sistema de corrección es un sonido que idealmente elimina los picos de graves, tiene una respuesta más equilibrada y sobre todo ofrece un sonido en fase desde todos los altavoces instalados, algo fundamental para un audio con pegada y para distinguir los efectos envolventes con claridad.
No usar el mejor decodificador y DAC disponible
Una de las dudas más habituales al conectar el sistema de sonido al televisor es entrar en el apartado de configuración de éste y seleccionar el modo de decodificación adecuado para nuestro equipo. Normalmente pasa por elegir el mejor software y hardware de decodificación de los formatos multicanal disponible, que suele estar en nuestro nuevo y caro receptor AV o barra de sonido y no en la tele.
Es decir, para tener la mejor calidad suele ser recomendable que el receptor AV o la barra de sonido se encarguen de gestionar todo el audio de la pista de sonido y que la tele o el reproductor de Blu-ray, consola, etc. solo se limiten a enviar los datos binarios de la película.
Para ello tendremos que buscar la configuración que permita pasar el sonido directamente al equipo de sonido (bitstream), ya sea por una salida óptica, coaxial digital o HDMI, y no elegir la decodificación interna de la tele ni siquiera para los formatos estéreo, ya que la calidad del DAC del televisor probablemente será peor que la del equipo de sonido.
Imagen: Yamaha
¿Qué puede suceder si dejamos que sea la tele, consola, centro multimedia, etc. el que se encargue de gestionar la decodificación de las pistas Dolby Digital, DTS, Atmos, DTS:X, etc.? Pues que este audio multicanal puede no ser tratado de la forma más apropiada.
Por ejemplo, un problema habitual en el visionado de las películas es que los diálogos se escuchan terriblemente bajos en comparación con el resto de la música y efectos. Esto hace que si incrementamos el volumen para oír bien las voces cuando viene una escena de acción el resto de sonidos está a un volumen muy elevado.
El problema reside en la mayoría de las ocasiones en las mezclas de sonido deficientes (o por lo menos no adecuadas) realizadas por el dispositivo que decodifica la señal multicanal a estéreo (por ejemplo un centro multimedia o el propio televisor) para ser escuchada a través del televisor (el famoso downmix).
Usar modos de audición efectistas
Imagen: Yamaha
Los receptores AV, amplificadores y barras de sonido suelen incorporar múltiples modos de audición generados por los DSP o procesadores de audio internos que transforman el sonido original añadiendo mayor sensación de espacialidad o resaltando ciertas frecuencias para dar la sensación de más pegada, agudos más cristalinos, sensación de tener más altavoces envolventes, canales centrales virtuales, etc.
¿Es malo usarlos? Bueno, este es un tema complejo, ya que hay gustos para todos los colores y modos de audición. Dependiendo de la marca que compremos puede que incluso nos encontremos con modos para cada tipo de cine (acción, drama, terror, deportes, conciertos, etc.).
No es que vayan a sonar mal (o a lo mejor si, depende de cada caso), pero mi opinión es que cuanto menos procesamiento extra haga el receptor mejor. Una cosa es usar la corrección acústica, que sí es necesaria como vimos anteriormente, y otra modificar el audio para que simule estar dentro de la película de acción de forma más efectista.
Puede que al principio en una escucha rápida nos guste la experiencia en alguna película en concreto, pero en general terminaremos cansándonos y quizá no aprovechemos todo el rango dinámico de nuestro equipo ni toda la capacidad frecuencial de nuestros altavoces ya que se tienden a resaltar ciertas bandas sobre otras para dar una aparente mayor espectacularidad.
Imagen portada | Adam Kenton
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La noticia
Errores frecuentes al comprar, instalar y usar tu barra de sonido o equipo de cine en casa: así puedes evitarlos
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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