La fregona es uno de los utensilios que más suciedad acumula en casa. Su uso constante, sobre todo al mojarla en agua cargada de residuos, provoca que el mocho se deteriore con facilidad y se convierta en un auténtico foco de bacterias y malos olores. Por suerte, dejarla como nueva no requiere gastar ni un solo euro.
No es necesario salir corriendo al supermercado a comprar una fregona nueva. Existe un truco casero, sencillo y eficaz, que utiliza un producto que todos tenemos en casa: el lavavajillas líquido. Con solo seguir unos pocos pasos, podrás recuperar tu fregona para que quede limpia, desinfectada y con un agradable aroma.
Cómo aplicar este método de limpieza
Imagen | Bosch
Dejar la fregona impecable es más fácil de lo que parece. Solo necesitas un cubo limpio, agua muy caliente y una pastilla de lavavajillas (sí, de las que usas en el lavaplatos). Con estos tres elementos y unos minutos de tu tiempo, podrás ponerte manos a la obra y dejarla como nueva.
Lo primero es desmontar la fregona, separando el mocho del palo (en unos va a presión y en otros con una rosca), y colocar el cabezal dentro del cubo.
A continuación, añade la pastilla de lavavajillas y vierte el agua hirviendo hasta que el mocho quede completamente cubierto. Con ayuda del mango o el asa de plástico, mueve un poco la mezcla para que el agua con detergente penetre bien entre los flecos.
El truco son las pastillas para lavavajillas aunque no estas en plástico
Después, deja que repose unos 15 minutos. Durante ese tiempo, los agentes limpiadores y desinfectantes de la pastilla se encargarán de eliminar la suciedad, la grasa y las bacterias sin que tengas que tocar nada.
Pasado ese tiempo, enjuaga el mocho bajo el grifo para quitar cualquier resto y lo coloca de nuevo en el palo. Lo ideal es dejarlo secar boca abajo, en un sitio aireado, para que no conserve humedad. En pocos minutos lo tendrás limpio, sin olores desagradables y listo para usar otra vez.
Y ya de paso, puedes aprovechar para limpiar también el cubo, ya que el uso continuado de agua sucia hace que cada vez la suciedad en forma de posos y restos en las paredes será más difícil de quitar.
Solo hay que meter dentro otra pastilla de lavavajillas, añadir agua muy caliente hasta cubrir las paredes y dejar actuar un cuarto de hora. Después se vacía, se pasa una bayeta o esponja para retirar los restos y se seca.
Aunque a menudo pasen desapercibidos, tanto el mocho como el cubo acumulan suciedad con el uso. Mantenerlos limpios mejora la higiene del hogar, alarga su vida útil y evita los malos olores. Y si además puedes hacerlo sin esfuerzo y con productos que ya tienes en casa, no hay excusa. Tu fregona —y tus suelos— lo agradecerán.
Imagen portada | Generación propia con IA
Vía | Trendencias
En Xataka SmartHome | Hay que limpiarlo una vez a la semana, pero casi nadie lo hace: es uno de los sitios más sucios de la cocina
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La noticia
Cómo limpiar la fregona sin tocarla y sin gastar un céntimo: el truco casero que la deja como nueva
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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