Cuando llega el frío, la mesa camilla vuelve a ocupar su lugar protagonista en muchas casas. Es ese rincón acogedor donde compartir una charla o un café caliente, pero también un punto en el que hay que tener cierta precaución si usamos un radiador o calefactor debajo.
Aunque los braseros de leña o carbón ya casi han desaparecido, los braseros eléctricos siguen siendo habituales en muchos hogares. Por desgracia, también son protagonistas de noticias por incendios y accidentes domésticos. Por eso, conviene recordar algunos consejos prácticos para disfrutar de una mesa camilla cálida y acogedora, pero siempre con la máxima seguridad.
Siete consejos prácticos

Se trata de seguir una serie de precauciones básicas que pueden evitar más de un susto. Desde no utilizar estufas o braseros eléctricos de resistencia hasta comprobar que la tela de la mesa camilla no entre en contacto con el aparato. En este tipo de instalaciones, un descuido puede hacer que el fuego se propague con gran rapidez.
Una buena ventilación
Lo primero es asegurarse de que la estancia tenga una buena ventilación. Bastan unos minutos cada cierto tiempo para renovar el aire y evitar acumulaciones de calor o gases.
Mantener espacio libre y despejado
También es fundamental mantener espacio libre alrededor del aparato: el brasero o calefactor no debe estar pegado a mantas, faldas o cualquier tejido que pueda prender con facilidad.
Mejor radiadores de aceite
Evita las estufas catalíticas o de incandescencia. Estas requieren prestar más atención y tener más precaución, ya que suponen mayor riesgo. A la hora de elegir el sistema de calor, los radiadores de aceite son una de las opciones más seguras. En este sentido está totalmente desaconsejado usar braseros/estufas de leña o carbón ya que emiten gases tóxicos que producen la muerte.
Los radiadores de aceite no tienen resistencias al aire libre, reparten bien la temperatura y no generan chispas. Eso sí, conviene usarlos solo en las horas de más frío y no dejarlos encendidos sin vigilancia. Si usas una estufa de incandescencia bajo una mesa camilla, es recomendable colocar una rejilla protectora para evitar accidentes.
Además, las estufas y radiadores deben ser de buena calidad, con certificación europea y de un fabricante fiable. Si no tienen apagado automático, es importante desconectarlas antes de dormir, preferiblemente media hora antes, para evitar riesgos de incendio.
No usar regletas

Si vas a utilizar un brasero eléctrico (poco recomendable) o un radiador de aceite, lo ideal es hacerlo con precaución. Los especialistas aconsejan no usar alargadores ni regletas y conectarlos directamente a un enchufe, ya que una sobrecarga eléctrica por tener varios aparatos conectados al mismo punto puede derivar en un incendio.
Vigila que no se quede enchufado/encendido
Antes de acostarte o salir de casa, asegúrate de que el calefactor está completamente apagado y revisa periódicamente que el cable y el enchufe no presenten daños o recalentamiento. Además, si hay niños o mascotas, es importante mantenerlos alejados del calor directo para evitar accidentes.
Mantén alejados los tejidos
Y un último recordatorio: si tu mesa camilla tiene faldón o “enagua”, vigila que no toque el radiador. Un pequeño descuido puede acabar en un susto innecesario. Con estos cuidados básicos, disfrutarás de una mesa camilla cálida y segura durante todo el invierno.
Usar detectores de humo
Para el final, no está de más instalar detectores de humo en el techo del salón o pasillo ya que son una medida sencilla, barata y eficaz para adelantarse a posibles sustos. Estos dispositivos emiten una alarma sonora al detectar humo, permitiendo actuar a tiempo y evacuar con seguridad en caso de incendio.
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La noticia
Parece inofensiva, pero puede ser muy peligrosa: cómo usar la mesa camilla con brasero, estufa o radiador sin correr riesgos
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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