La alternativa al suelo radiante, sin obras, barata y que puedes instalar tu mismo: así son las alfombras calefactoras

La alternativa al suelo radiante, sin obras, barata y que puedes instalar tu mismo: así son las alfombras calefactoras

Uno de los sistemas más modernos y funcionales de calefacción que tienen algunas viviendas modernas es el de suelo radiante, una tecnología eficiente que funciona a través de la transmisión de calor por convección directamente desde unos elementos calefactables situados bajo las baldosas.

Es muy cómodo y eficaz, pero en general también requiere o bien que la casa haya sido construida con él en mente o de una reforma importante para adaptar las habitaciones. ¿No hay otras alternativas?

Un suelo radiante low cost

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Imagen: WSNCXFW en Amazon

Pues una opción complementaria son las alfombras calefactoras eléctricas, un invento que puede sonar extraño, pero que puede tener todo el sentido para algunos tipos de usuarios.

Son algo así como las clásicas alfombrillas eléctricas que se usan para darnos calor en zonas que tenemos lesionadas, o las mantas eléctricas que se colocan en la cama y sofá, pero a lo grande y en formato «alfombra», con tamaños que pueden llegar a más de metro y medio de largo por otros tantos de ancho.

En general suelen ser delgadas, más o menos del grosor de una alfombra para el salón tradicional, pero con varias capas en su interior que albergan tanto capas antideslizantes como impermeables así como las resistencias eléctricas que generan el calor.

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Imagen: AIBOTY en Amazon

Solo hay que colocarlas en el lugar de la casa y enchufarlas a la red eléctrica, seleccionando en su mando de control el nivel o temperatura que queramos, y la alfombra empezará a calentarse.

Hay todo tipo de tamaños y acabados, desde los que imitan a una alfombra tradicional hasta los que parecen una simple esterilla o los más asépticos de un solo color pensados para no llamar la atención.

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Imagen: Asiwnshw en Amazon

¿Gastan mucha electricidad? Pues hay un poco de todo dependiendo del tamaño de cada modelo y de la potencia ofrecida y seleccionada. Pero en general hay alfombras desde los 50 vatios hasta los 1.000 vatios, por lo que pueden cubrir una amplia gama de usos.

Además, muchas suelen venir con reguladores y selectores del nivel de calor, incluso con temporizadores y sistemas de apagado automático en función de la temperatura alcanzada, algo que nos convendrá buscar en las especificaciones si nos preocupa la seguridad y queremos tenerla muchas horas encendida cada día.

¿Cuál es el uso real de estas alfombras calfectoras? Pues para empezar, hay que decir que no son un sistema de calefacción que pueda calentar toda una vivienda, pero sí habitaciones o zonas separadas, resultando en un complemento ideal para mejorar el confort de las zonas bajas de una sala.

Por ejemplo, podemos tenerlas bajo los pies junto al sofá, bajo la mesa del comedor o el escritorio, incluso al lado de la cama, en el cuarto de estar para que se tumben las mascotas o para que jueguen los niños en el salón cómodamente tumbados en ellas si los suelos son muy fríos.

¿Cuánto cuestan este tipo de alfombras? Pues al igual que los consumos hay un poco de todo. Tenemos modelos pequeños y económicos como este de AIBOTY desde 68 euros hasta alfombras enormes como esta de 150×150 de SEVOLY por más de 300 euros, siendo el tamaño el principal motivo de aumento de precio de estos productos.


Imagen portada | SEVOLY en Amazon y AIBOTY en Amazon

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La noticia

La alternativa al suelo radiante, sin obras, barata y que puedes instalar tu mismo: así son las alfombras calefactoras

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Xataka Smart Home

por
Paco Rodríguez

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