
La tendencia a buscar bienestar y armonía en el hogar ha puesto al Feng Shui en el centro de muchas conversaciones sobre decoración y organización. Cada vez son más quienes aplican sus principios en casa para potenciar la energía positiva y mejorar la calidad de vida en cada estancia. Aunque su origen es milenario, sus consejos siguen totalmente vigentes y se adaptan con facilidad a nuestro ritmo actual.
Hacer pequeños cambios en el entorno siguiendo las bases del Feng Shui puede ser el primer paso para transformar cómo te sientes en tu propio hogar. El orden, la atención al detalle y la elección de objetos o plantas también influyen directamente en el flujo energético y, según sus expertos, son clave para atraer prosperidad y tranquilidad en el día a día.
El poder del orden y la eliminación del desorden
Uno de los primeros consejos del Feng Shui para lograr una casa armónica es deshacerse de todo lo que esté fuera de lugar. El desorden bloquea el paso del Chi, la energía vital, haciendo que las estancias resulten incómodas o poco acogedoras incluso si no sabemos identificar la causa exacta. Empezar por áreas pequeñas, como un armario o la cocina, puede facilitar la tarea y evitar el agobio.
Deshacer la maleta tras volver de vacaciones es otro gesto que tiene más peso de lo que imaginas. Según especialistas en este arte, dejar la maleta sin recoger genera energía estancada, lo que impide reconectar con el hogar y renovar tu propia vitalidad. Colocar cada cosa en su sitio ayuda a tener la mente despejada y potencia una sensación de pertenencia y tranquilidad en casa.
El mantener orden no solo repercute en el ambiente físico, sino que también tiene un efecto directo en el bienestar mental. Un espacio despejado refleja claridad interior, favoreciendo la concentración y la calma, especialmente después de periodos de cambios como pueden ser las vacaciones. Incluso se recomienda prestar atención al equipaje de los más pequeños de la casa para mantener el Chi en toda la familia.

La importancia de la entrada: puerta al Chi positivo
La puerta de entrada es considerada la “boca” del hogar y es el lugar por el que accede el Chi. Por eso, los expertos insisten en mantener este espacio libre de desorden y objetos innecesarios (como zapatos a la vista o cosas amontonadas), para que no se bloquee la llegada de las vibraciones positivas. Colocar espejos justo frente a la puerta principal tampoco es recomendable, porque su reflejo puede hacer que la energía salga en vez de quedarse en casa.
Otros elementos a evitar en esta zona son plantas asociadas a energías negativas o artículos que generen tensión. En cambio, un recibidor bien iluminado, ventilado y despejado transmite serenidad y una bienvenida energética tanto para quienes viven en casa como para quienes la visitan.
Este punto de acceso también tiene mucha influencia en la primera impresión emocional y sensorial que causa la vivienda, y puede reforzar una narrativa de bienestar desde el mismo umbral.

Plantas: aliadas y amenazas según el Feng Shui
Las plantas son elementos muy valorados por el Feng Shui para revitalizar el hogar, pero hay matices importantes según la especie y su localización. Por ejemplo, la monstera, conocida también como costilla de Adán, es ideal para atraer abundancia y energía positiva gracias a sus grandes hojas y su crecimiento ascendente. Colocarla en despachos o zonas de estudio refuerza la prosperidad y la protección frente a malas vibraciones.
Sin embargo, no todas las plantas son recomendadas. El muérdago, por ejemplo, se desaconseja por estar históricamente asociado a energías negativas y rituales funerarios. De igual modo, los cactus, por sus espinas, pueden generar mal ambiente si se colocan en interiores, lo mismo que hortensias, bonsáis, geranios, sansevierias o amapolas, según diferentes fuentes de expertos en Feng Shui.
El dormitorio es un caso especial: aquí se sugiere evitar plantas, especialmente cerca de la cama, ya que pueden alterar el equilibrio energético necesario para el descanso. Si se quiere colocar alguna, debe ser pequeña, con hojas redondeadas y situada lejos de la zona de sueño (un potus o lavanda pueden ser buenas opciones). Además, la ventilación y el control de la humedad son aspectos clave para evitar efectos negativos en la calidad del aire y la salud.

Posición de muebles y espacios de trabajo
Colocar correctamente los muebles y zonas de uso es fundamental para que la energía fluya sin obstáculos. Especialistas aconsejan que al trabajar en casa se elija una posición desde la que se vea la puerta, simbolizando apertura a nuevas oportunidades y mayor control de la vida profesional. En la cocina, mantener el orden y evitar el desorden también ayuda a favorecer la nutrición consciente y la armonía familiar.
En el baño, los espejos deben estar sobre el lavabo y no enfrentar directamente al inodoro, ya que esto podría “descargar” el Chi positivo. Además, los colores y el arte del dormitorio deben ser suaves y relajantes, sin objetos pesados sobre la cabecera ni reflejos de espejos visibles desde la cama, para crear sensación de seguridad y serenidad.

Rituales sencillos para atraer abundancia y bienestar
Además de la organización y la elección de plantas, el Feng Shui ha popularizado rituales simples para atraer prosperidad, como doblar billetes conscientemente y colocarlos en zonas estratégicas de la casa o en la cartera. Esta práctica no es solo simbólica: según la filosofía oriental, el gesto transmite respeto y agradecimiento por los recursos, ayudando a activar el flujo de energía relacionada con el dinero y las oportunidades.
Ubicar estos billetes en una caja decorativa hacia el noreste del hogar o en un pequeño altar personal puede incrementar su efecto, siempre que el espacio se mantenga ordenado y transmita calma. El ritual debe realizarse con plena conciencia, sin ansiedad, para favorecer una actitud positiva hacia la prosperidad.