El calor ya ha hecho acto de presencia incrementando nuestras necesidades de hidratación aunque no realicemos actividades físicas intensivas. Y la reina para satisfacer nuestra sed sigue siendo el agua.
Bebemos más agua, a todas horas, tanto dentro como fuera de casa, muchas veces siguiendo recomendaciones que escuchamos a nuestros conocidos, por la tele, en redes sociales, etc. sin un fundamento claro acerca de cuánto hay que beber cada día, si el agua del grifo es mejor que la mineral embotellada o viceversa, o si se pueden reutilizar las botellas de plástico. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
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Lo básico: cuánta agua hay que beber a diario
Durante años hemos escuchado por activa y por pasiva hay que consumir entre 1,5 y 2 litros de agua por persona y día. Pero incluso puede que la recomendación se quede corta para algunos expertos.
Por ejemplo, según el Instituto de Medicina (IOM), varios urólogos que podemos encontrar por Internet o este otro estudio, lo ideal sería que los hombres consumiesen aproximadamente tres litros de agua y las mujeres unos dos litros. Y la Mayo Clinic sube un poco más esta cantidad con 3,7 litros de líquidos al día para hombres y 2,7 litros para mujeres.
Pero las cifras tienen truco, ya que consideran todo elemento hidratante que ingerimos y no solo el agua pura como tal. Es decir, hablan de líquidos en general, incluyendo frutas, verduras, otras bebidas y alimentos con contenido en agua. De hecho, Mayo Clinic señala que el 20% de la ingesta de líquidos diaria suele provenir de los alimentos y el resto de las bebidas.
Aún así son cifras elevadas con las que no todos los expertos están de acuerdo, ya que las investigaciones llevadas a cabo por el Doctor Heninz Valtin, profesor emérito de fisiología y neurobiología en la Dartmouth Medical School, señalan que «para adultos sanos que viven en climas temperados no existen pruebas científicas que justifiquen que sea preciso beber como mínimo ocho vasos de agua al día» (el equivalente a esos 2 litros).
Entonces, ¿cuanto hay que beber? Pues si mantenemos todavía una buena percepción de la sed (algo que puede perderse con el paso de la edad), lo mejor es tener esa idea en mente de los 2 litros diarios pero sin obsesionarnos y hacer caso a nuestros cuerpos, ya que ellos nos dirán si estamos deshidratados y necesitamos incrementar la ingesta de líquidos.
¿Cómo sabemos si estamos bien hidratados o tenemos que beber más? En general, según la Mayo Clinic, podemos saber que estamos consumiendo la cantidad adecuada de agua (o de líquidos en general) si normalmente no sentimos sed y si nuestra orina es prácticamente trasparente o de un color amarillo muy claro.
¿Hay casos donde debemos consumir más agua? Pues sí, y suelen depender de tres factores: la actividad física, el calor ambiental y el estado de salud.
- Nivel de actividad física: si realizamos ejercicio físico tendremos que consumir entre medio litro y un litro más al día. Puede que incluso más, dependiendo del tiempo y la intensidad de la actividad física.
- Temperatura ambiente: Si vivimos en lugares con temperaturas altas, habrá que aumentar nuestra ingesta de agua. Además, a mayor altitud de nuestro lugar de residencia, mayor debería ser el consumo de agua.
- Estado general de salud: si tenemos problemas de salud que impliquen pérdidas añadidas de agua (una gastroenteritis o fiebre) el consumo de agua debería ser también más elevado.
Y si me paso el día bebiendo agua superando estas cifras de entre 2 y 3 litros para asegurarme, ¿puede haber algún problema? Sí, ya que el consumo excesivo de agua también puede ser peligroso para la salud, causando lo que se conoce como hiponatremia y, aunque es difícil que ocurra, hay que tenerlo en cuenta, especialmente los deportistas y niños.
Bebo agua del grifo: cómo saber si es segura
Muy bien, ya sabemos más o menos la cantidad de agua que hay que beber cada día y en nuestro caso nos decidimos a hacerlo con la que sale del grifo. ¿Qué hay que saber al respecto? Pues para empezar debemos estar atentos a la salubridad de dicha agua.
En general el agua que sale de nuestros grifos es potable y en la mayoría de ciudades de muy buena calidad, aunque siempre puede haber alguna excepción por problemas puntuales, como en verano si los niveles de los embalses o pozos bajan mucho, por lo que conviene seguir las recomendaciones de las autoridades.
No obstante, como las advertencias pueden tardar horas o días en llegar, ¿cómo puedo saber que el agua del grifo está en buenas condiciones? Como señala el profesor Peter Jarvis en la Universidad de Cranfield, el agua del grifo debe tener estas cualidades: ser clara, transparente y no tener olor ni sabor ninguno, por lo que si tiene un aspecto anaranjado, marrón o huele a algo (incluso como a cloro o lejía) podría indicar un problema.
¿Sirven los tests que venden por Internet para medir la calidad del agua? Pues Jarvis señala que no, que las pruebas de tipo varilla medidora que arrojan un cierto valor para algún parámetro en general no son muy fiables. Lo mejor es enviar muestras reales del agua a un laboratorio, algo que es caro y la gente corriente no puede hacer.
Y si filtramos nosotros el agua, ¿es más segura? Las jarras con filtro de agua pueden eliminar algunas impurezas del agua del grifo, al mismo tiempo que la ablandan y reducen el sabor del cloro. Pero en general no eliminarán otro tipo de contaminantes, sobre todo si son de tipo biológico como las bacterias.
¿El agua blanquecina que sale en algunas zonas, es mala? Suele ser debido a que es «agua de tipo duro», con una alta concentración de minerales naturales debido a las rocas con las que entra en contacto, como la piedra caliza o la tiza. Esto puede provocar la acumulación de cal en grifos y hervidores. Los minerales del agua dura no son dañinos, normalmente son calcio, magnesio y carbonatos, aunque sí dan un cierto sabor al agua y ese color como blanco sobre todo al salir del grifo y que luego se disipa rápidamente.
¿Si hiervo el agua me aseguro de que es potable al 100%? Pues depende. Si el color o sabor raro se debe a una contaminación por un agente biológico como unas bacterias u hongos sí, al hervir el agua se eliminan al 100%. Pero si se trata de otro tipo de productos inorgánicos disueltos en ella no conseguiremos nada.
Bebo agua embotellada: esto hay que tener en cuenta
Otra opción a la hora de beber agua cada día es hacerlo desde la clásica agua mineral embotellada que encontramos en el supermercado con multitud de marcas y formatos. Tiene la ventaja de que no está sometida a las alteraciones por la bajada del nivel de los embalses, ni a posibles contaminaciones durante kilómetros de acometidas o al mal sabor de las cañerías viejas. Como contrapartida es mucho más cara y puede presentar inconvenientes adicionales que es necesario conocer y que muchas veces son causados por un uso inapropiado.
Para empezar, hay que tener claro una consideración básica: las botellas de plástico que contienen este agua en general no son reutilizables. Están pensadas para un solo uso y son desechables, aunque muchas veces las rellenemos una y otra vez dado que aparentemente no parecen envejecer ni deteriorarse mucho. Pero sí lo hacen. De hecho, en los últimos años están surgiendo estudios al respecto de las botellas de agua analizando su contenido en microplásticos, que aumentan si las reutilizamos y almacenamos en malas condiciones.
Por ejemplo, según este estudio de Plastics Europe, la concentración media de partículas microplásticas (MP) en el agua embotellada fue de unas 0.7 MP/L, mientras que la concentración de partículas no plásticas de origen artificial (PANP) fue de unas 1.70 PANP/L. Los datos muestran así una mayor presencia de microplásticos en el agua embotellada en comparación con el agua de grifo, donde la concentración media fue de 0.0125 MP/L y 0.0322 PANP/L. Y si usamos las botellas una y otra vez el problema se agrava.
Para estos casos lo mejor es usar las botellas de plástico una sola vez o un par de veces como mucho, sin exponerlas al sol ni al calor para evitar que los plásticos de sus paredes pasen al agua. Y si podemos, lo recomendado es usar botellas reutilizables para llevar siempre con nosotros y por ejemplo recargarlas desde botellas de agua mineral en formatos más grandes.
Pueden ser de aluminio, cristal o directamente de plástico pero especial para ser reutilizado. En cualquier caso hay que mantener unas mínimas medidas de higiene para evitar la proliferación de microorganismos. Por ejemplo, según Rodrigo Lins, consultor de la Sociedad Brasileña de Enfermedades Infecciosas, estos recipientes para el agua pueden acumular muchos microorganismos, como bacterias y hongos potencialmente perjudiciales para la salud.
Cada vez que acercamos la botella a la boca para beber, una parte de los microbios que colonizan la piel, los labios, las encías, los dientes y la lengua, se traslada al recipiente y comienza a multiplicarse en este nuevo entorno. De igual modo sucede simplemente por el hecho de sujetar la botella, donde los microbios de las manos se trasladan a su parte exterior, al tapón, etc. creando colonias. Y también se contamina el recipiente por el simple hecho de llevarlo con nosotros en una mochila, bolso, por dejarlo en el asiento del coche, en la encimera de la cocina, etc.
¿Cuánto se ensucia una botella por llevarla con nosotros y usarla a diario? Pues un estudio realizado por WaterFilterGuru, calculó que una sola botella reutilizable puede transportar alrededor de 20,8 millones de UFC (Unidades de Formación de Colonias), una medida que indica la cantidad de microbios viables, capaces de formar una colonia en una superficie determinada. Es decir, su grado de suciedad es 40.000 veces mayor que los 515 UFC de la superficie del asiento del inodoro.
¿Cómo hay que cuidar y lavar estas botellas reutilizables? Lo ideal es lavarla cada vez que la utilicemos. Es decir, antes de volver a rellenar de agua conviene darle un repaso por el grifo con un poco de detergente para lavavajillas frotando suavemente sobre todo la parte de la boquilla.
No conviene compartir la botella de agua con otras personas, ni siquiera compañeros y amigos con los que estamos a diario o miembros de la familia. Debe ser un objeto de uso personal e intransferible. Nada de llevar una sola botella al parque de la que beben todos los miembros de la casa e incluso algún amigo más que se une a la fiesta.
Imagen portada | Bluewater Sweden y PxHere
En Xataka Smart Home | Esta es la inesperada ventaja de hervir el agua del grifo en casa antes de beberla o de usarla para cocinar
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La noticia
Agua del grifo o embotellada en verano: cuánta hay que beber, ventajas, inconvenientes y consejos sobre cada una
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por
Paco Rodríguez
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