Muchos hogares españoles tienen la costumbre de rellenar constantemente las botellas de agua del supermercado con la intención de ahorrar y reutilizarlas lo máximo posible. Yo de hecho es algo que hago a menudo, así que tampoco me escondo.
Sin embargo, también debemos tener en cuenta que esta práctica puede conllevar riesgos para nuestra salud si nos colamos con la frecuencia en la que utilizamos los plásticos para rellenar las botellas. Algunos expertos han alertado sobre ello y bajo estas líneas te contamos toda la información.
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El problema de reutilizar mucho tu botella es la degradación del plástico
Las botellas de agua comerciales están diseñadas para un uso único. Cada vez que las rellenamos y lavamos, el material plástico se va deteriorando progresivamente. Este desgaste provoca la aparición de pequeñas grietas y rayones que, además de acumular bacterias, pueden liberar microplásticos y compuestos químicos al agua que bebemos.
La cuestión no radica únicamente en el ahorro económico, sino en comprender que estos envases tienen una vida útil limitada desde el momento de su fabricación. Los materiales empleados en su fabricación no están pensados para soportar múltiples ciclos de uso y limpieza.
Cómo identificar qué botellas son más seguras
Imagen: Brian Yurasits (Unsplash)
La clave para tomar decisiones informadas está en el pequeño triángulo con flechas que encontrarás en la base de cualquier botella de plástico. Dentro de este símbolo aparece un número del 1 al 7 que indica el tipo de material utilizado y su idoneidad para la reutilización.
Las botellas marcadas con los números 1, 2, 4 y 5 son consideradas las más seguras para un uso ocasional. No obstante, las botellas de agua habituales del supermercado suelen llevar el código PET 1, y para estas los expertos recomiendan estrictamente un solo uso.
Por el contrario, debes evitar completamente reutilizar envases marcados con los números 3, 6 y 7, ya que contienen sustancias como policloruro de vinilo (PVC), policarbonato o bisfenol A (BPA), compuestos que pueden tener efectos perjudiciales para la salud, especialmente relacionados con alteraciones hormonales.
Cada vez que utilizamos una botella de plástico, el material se degrada ligeramente. Esta degradación se acelera con el lavado, las temperaturas elevadas y el paso del tiempo. El resultado es la liberación de sustancias químicas que pueden pasar al agua y, posteriormente, a nuestro organismo.
Además, existe otro factor importante: la proliferación bacteriana. Las botellas que se beben directamente desde la boca acumulan millones de microorganismos que, aunque el lavado ayude, pueden persistir en las microscópicas grietas del plástico deteriorado.
Alternativas más seguras y sostenibles
Si tu objetivo es reducir el gasto y el impacto ambiental, la solución no pasa por reutilizar envases diseñados para un solo uso. Las opciones más recomendables incluyen:
- Botellas de vidrio: completamente reutilizables y fáciles de limpiar
- Botellas de acero inoxidable: duraderas y sin riesgo de liberación de químicos
- Botellas de plástico específicamente diseñadas para reutilización: fabricadas con materiales más resistentes y seguros
Otro consejo es que, si quieres lavar las botellas de plástico que vayas a reutilizar, es que lo hagas con agua caliente y jabón, evitando lavavajillas y microondas a toda costa. Además, mejor que no las expongas a altas temperaturas, ya que eso también contribuye a la degradación del plástico.
Imagen de portada | Jonathan Cooper
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La noticia
Si reutilizas estas botellas de agua del supermercado, lo estás haciendo mal. Y te lo dice el propio envase
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Antonio Vallejo
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