El mapa del calor que ves en televisión tiene detrás un plan nacional: así se activan las alertas

El mapa del calor que ves en televisión tiene detrás un plan nacional: así se activan las alertas

Seguramente, en más de una ocasión, habrás visto en las noticias alguna información relacionada con las olas de calor y los avisos emitidos por distintos organismos. Se trata de alertas por altas temperaturas, clasificadas por colores, que lanza el Ministerio de Sanidad.

Agrupadas cromáticamente, estas alertas se activan durante el verano o en periodos en los que se prevén temperaturas extremas. El objetivo del Gobierno al emitirlas es advertir a la población para prevenir posibles problemas de salud asociados al calor. A continuación, te explicamos cómo funcionan, cuáles son y en qué consisten.


Índice de Contenidos (8)


En qué consisten los niveles de riesgo

Cada año, el Ministerio de Sanidad pone en marcha su Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud. El calor, especialmente durante los meses estivales, puede tener un impacto significativo en la salud de las personas.

Mortalidad por exceso de temperatura

Imagen | MoMo

Según datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (también conocido MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, en el año 2024 se produjeron 2.472 muertes atribuibles al exceso de temperatura y en lo que llevamos de 2025 ya vamos por 2.914 fallecimientos.

Muertes por calor

Muertes por calor Fuente | MoMo

Este plan, también conocido como Plan del Calor, establece un sistema de alertas por colores para clasificar el riesgo térmico. Se basa en la superación de determinados umbrales de temperatura máxima y mínima, así como en la duración de ese episodio extremo. Los niveles y colores son los siguientes:

NIVEL 0 – Sin riesgo

Representado por el color verde, indica la ausencia de riesgo por calor. En este nivel no se registra ningún día de superación simultánea de los umbrales de temperatura máxima y mínima establecidos. Las acciones se centran en la difusión de información básica a la población y en la preparación del sistema de vigilancia y respuesta.

NIVEL 1 – Riesgo bajo

Clasificado con el color amarillo, señala un riesgo bajo. Para que se active, deben producirse uno o dos días consecutivos en los que se superen simultáneamente los umbrales de temperatura máxima y mínima. En este nivel se refuerzan las medidas preventivas básicas y se intensifica la comunicación informativa hacia la población.

NIVEL 2 – Riesgo medio

Identificado con el color naranja, este nivel se activa cuando se encadenan tres o cuatro días consecutivos de superación simultánea de los umbrales térmicos establecidos. Ante este escenario, se ponen en marcha medidas más relevantes:

  • Envío inmediato de alertas a las autoridades sanitarias (por SMS y medios electrónicos).
  • Refuerzo de la información dirigida a la población general y a los colectivos más vulnerables.
  • Evaluación y posible aplicación de medidas adicionales específicas, si la situación lo requiere.

NIVEL 3 – Riesgo alto

Se trata del nivel más grave, y se representa con el color rojo. Se activa cuando durante cinco días consecutivos se superan, de forma simultánea, los umbrales máximos y mínimos de temperatura. Este escenario desencadena un conjunto de acciones reforzadas que se suman a las anteriores:

  • Potenciación de todas las medidas implementadas en los niveles previos.
  • Coordinación urgente con los servicios sanitarios y sociales del territorio afectado.
  • Valoración de la situación por parte del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, con el fin de gestionar el riesgo de forma inmediata y eficaz.

El objetivo de este sistema de alertas es facilitar una respuesta temprana y ajustada a las condiciones climáticas de cada territorio, permitiendo activar medidas preventivas antes de que se produzcan situaciones críticas.

Estos niveles de riesgo se asignan de forma específica a cada capital de provincia o, cuando es posible, a zonas isotérmicas, en función de la disponibilidad de datos meteorológicos y sanitarios. Seguramente lo has visto en la predicción meteorológica.

Niveles de alerta

Imagen | Ministerio de Sanidad

Cada mañana, el Ministerio de Sanidad publica una actualización del mapa de niveles de riesgo por altas temperaturas a través de la plataforma de alertas Meteosalud, un sistema que permite consultar la situación térmica en tiempo real por provincias.

Calor

Imagen | Ministerio de Sanidad

Además, en esa misma página web, al pulsar en una zona en concreto (para el ejemplo en la Cuenca del Genil) se ofrece la previsión de los niveles de riesgo para los tres días siguientes, junto con recomendaciones prácticas para protegerse del calor y la opción de recibir alertas directamente en el teléfono móvil.

El calor no afecta a todos por igual

Calor

Esta estrategia resulta especialmente importante para proteger a los grupos más vulnerables, como personas mayores, menores, pacientes con enfermedades crónicas o quienes viven en condiciones de riesgo social o habitacional. Además, contribuye a optimizar los recursos sanitarios y sociales disponibles en cada zona.

Las temperaturas extremas pueden perjudicar la salud de cualquier persona, aunque el grado de riesgo varía según múltiples factores de carácter individual, social y ambiental. Entre los principales elementos que incrementan la vulnerabilidad destacan los siguientes:

Factores personales

Se consideran especialmente sensibles al calor los bebés y niños menores de 4 años, los mayores de 65 —con mayor incidencia a partir de los 75 años—, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas, ya sean cardiovasculares, respiratorias, metabólicas o neurodegenerativas. También se incluyen quienes siguen determinados tratamientos médicos o presentan limitaciones cognitivas, problemas de memoria, desorientación o escasa autonomía funcional.

Factores sociales, ambientales y laborales

Son más vulnerables quienes viven solas, personas sin hogar o en condiciones económicas precarias. También se encuentran en riesgo personas migrantes o turistas, sobre todo si desconocen el idioma o las recomendaciones locales, así como aquellas que residen en viviendas mal acondicionadas o sin climatización. Además, la exposición prolongada al calor por motivos laborales, deportivos o de ocio —especialmente en las horas centrales del día, entre las 14:00 y las 19:00— incrementa el peligro.

Cuantos más factores de riesgo confluyen en una persona, mayor será su nivel de vulnerabilidad ante episodios de calor extremo. La edad avanzada y las situaciones de pobreza, que dificultan el acceso a un entorno térmicamente seguro, son especialmente determinantes en la incidencia de complicaciones graves o fallecimientos.

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La noticia

El mapa del calor que ves en televisión tiene detrás un plan nacional: así se activan las alertas

fue publicada originalmente en

Xataka Smart Home

por
Jose Antonio Carmona

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