El aire acondicionado se convierte en una herramienta imprescindible en el coche durante los meses de calor intenso en España. Sin embargo, muchos conductores desconocen que su utilización inadecuada puede suponer un elevado consumo de energía y combustible, afectando tanto al bolsillo como a la durabilidad del propio sistema.
Contar con una climatización adecuada no solo mejora el confort al volante, sino que también disminuye los riesgos asociados a la conducción en condiciones extremas de temperatura. Disfrutar de un ambiente fresco es posible incluso en plena ola de calor, si se siguen algunos consejos recomendados por expertos y organismos como la Dirección General de Tráfico.
Ventila tu coche antes de poner el aire
Casi todos hemos sentido ese golpe de calor al entrar en el coche aparcado al sol. La primera recomendación para ahorrar energía es ventilar bien el habitáculo antes de dar al botón del aire acondicionado. Según expertos del sector, dejar las ventanillas abiertas unos minutos, e incluso utilizar la puerta contraria como si fuera un abanico, facilita la salida del aire caliente acumulado. Así, el sistema de aire tardará menos en enfriar y consumirá menos tanto en coches de combustión como eléctricos.
Este gesto sencillo reduce el esfuerzo inicial del compresor, el momento en que más combustible gasta el aire acondicionado.
Desconecta el aire antes de apagar el motor
Un consejo menos conocido pero clave para el mantenimiento del sistema es desactivar el aire acondicionado manualmente unos segundos antes de apagar el coche. Esto evita picos de tensión y esfuerzos innecesarios para el compresor, correa auxiliar y ventilador del condensador. Además, prolonga la vida útil del sistema y previene averías costosas. Es recomendable también pisar el embrague antes de apagar el motor, para reducir aún más la carga sobre los componentes mecánicos.
¿Cuánto combustible se gasta realmente?
La Dirección General de Tráfico recomienda mantener el interior del coche entre 21 y 22 °C para garantizar la comodidad y la seguridad al volante. Sin embargo, el uso del aire acondicionado puede incrementar el gasto de combustible entre 0,2 y 1 litro cada 100 kilómetros, dependiendo de la intensidad y la temperatura exterior. Este aumento de consumo representa un incremento del 5% al 10% en vehículos tradicionales, reduciendo significativamente la autonomía en coches eléctricos e híbridos.
En los coches eléctricos, el funcionamiento del aire acondicionado está directamente relacionado con la batería, por lo que su uso continuado puede disminuir la autonomía en trayectos largos. Es recomendable utilizar modos “eco” o ajustar progresivamente la temperatura para optimizar el uso del sistema y reducir el consumo adicional.
Trucos extra para ahorrar energía en verano
Además de ventilar y desconectar correctamente el sistema, conviene tener en cuenta otros hábitos que ayudan a optimizar el uso del aire acondicionado:
- Circular con las ventanillas abiertas solo al principio del trayecto, para no comprometer la aerodinámica y aumentar el gasto a alta velocidad.
- Usar el modo de recirculación de aire en el interior, para lograr una temperatura estable más rápido sin forzar el sistema.
- No orientar el chorro de aire frío directamente al cuerpo, sino hacia el techo, favoreciendo que el aire se reparta de forma más eficiente.
- Realizar mantenimientos periódicos del sistema, como limpiar filtros y comprobar el nivel del gas refrigerante.
Mantener el habitáculo protegido del sol usando parasoles, cortinas o estacionando el vehículo a la sombra también ayuda a mantener una temperatura más baja inicialmente, evitando que el sistema trabaje en exceso. Para conocer las ventajas de un consumo más eficiente en el hogar y en tu coche, puedes visitar la sección de ahorro energético en el hogar.
Siguiendo estos consejos sencillos, se puede minimizar el gasto energético al utilizar el aire acondicionado del coche sin renunciar a la comodidad y la seguridad, tanto en desplazamientos urbanos como en trayectos largos por carretera. La suma de pequeños gestos puede suponer un ahorro notable en combustible, en el mantenimiento y en el confort durante la conducción.