Las aplicaciones para el cuidado de mayores están ganando terreno en España, abriendo nuevas posibilidades para que las personas de edad avanzada o dependientes mantengan su independencia sin renunciar a la seguridad ni a la cercanía de sus seres queridos. A medida que la población envejece, la tecnología se pone al servicio de quienes más la necesitan, facilitando una vida más cómoda y conectada en el propio hogar.
Soluciones como Vivir en Casa, desarrollada en colaboración con la Universidad de Málaga (UMA) y presentada recientemente por la Consejería de Inclusión Social andaluza, son buen ejemplo de cómo la revolución digital puede mejorar el día a día de los mayores. Con nuevas herramientas digitales, se busca hacer frente al reto de fomentar el bienestar, la autonomía y el acompañamiento para quienes desean permanecer en su entorno habitual.
Principales funciones de las apps para mayores y dependientes
La mayoría de las apps de cuidado de mayores incluyen una serie de características pensadas para cubrir las necesidades esenciales de este colectivo y sus familias. Entre las más destacadas se encuentran:
- Recordatorios personalizados para la medicación y otras citas importantes.
- Programación de llamadas rápidas a contactos frecuentes para facilitar la comunicación directa.
- Alertas y avisos configurables que permiten adaptar la app a la rutina de cada usuario.
- Recopilación de vídeos y tutoriales de ejercicios para mantener una vida activa desde el hogar.
- Asistentes de voz y sistemas de notificación para quienes tienen menos destreza con los dispositivos móviles.
Estas soluciones buscan que las personas mayores puedan gestionar su día a día con mayor facilidad y seguridad, reduciendo la carga sobre familiares y cuidadores y fomentando el autocuidado.
Innovaciones tecnológicas e inteligencia artificial en apps de cuidados
El sector ha experimentado una auténtica transformación gracias a la integración de inteligencia artificial y dispositivos conectados, conocidos como el Internet de las Cosas. Asistentes conversacionales, plataformas de telemonitorización y dispositivos inteligentes capaces de detectar caídas o enviar alertas forman parte ya del día a día de numerosos hogares. Como apunta la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, la monitorización a distancia permite anticipar riesgos y reducir la carga emocional de los cuidadores informales.
Además, se están desarrollando proyectos que incorporan funciones de reconocimiento de emociones, personalización de rutinas y entrenamientos cognitivos para estimular la mente. Un ejemplo es la IA «Atenea», que ayuda en la gestión de citas médicas, informa sobre el transporte público y propone actividades de ocio, todo a través de interfaces sencillas y adaptadas para usuarios sénior. Asistentes tipo mascota como «Onorato AI» monitorizan las emociones y rutinas, ofreciendo compañía y reportando incidencias a la familia en tiempo real.
El enfoque es claro: humanizar la tecnología y evitar la despersonalización. Por ello, las apps suelen buscar el equilibrio entre la automatización y la supervisión humana, asegurando que las decisiones importantes sean revisadas por profesionales y familiares.
Acceso, usabilidad y personalización para una mayor independencia
El diseño accesible y la facilidad de uso son elementos clave en las soluciones para el cuidado de mayores. Aplicaciones como SPC Care permiten que los familiares configuren y controlen a distancia los teléfonos de sus mayores, ajustando volumen, brillo, alarmas o notificaciones, y recibiendo alertas sobre actividad o incidencias del dispositivo. El avance más reciente integra avisos de medicación mediante llamadas de voz personalizadas, facilitando su seguimiento incluso a quienes tienen poco contacto con las nuevas tecnologías.
Muchos proyectos, como el andaluz «Vivir en Casa», ofrecen una app de uso gratuito y descarga sencilla. Cualquier persona mayor o dependiente puede instalarla y ajustar recordatorios, avisos y rutinas en minutos. Es recomendable tener los datos de contactos habituales y las medicinas a mano, además de preferencias para las notificaciones. El propio sistema guía al usuario en el proceso de configuración.
La mayoría de las aplicaciones incluyen vídeos explicativos y soporte telefónico o chat para resolver dudas, facilitando que el proceso de adaptación sea gradual y sencillo.
El futuro de los cuidados en casa: colaboración e innovación
La tendencia apunta a una mayor colaboración entre administraciones, empresas tecnológicas y profesionales sanitarios. La inversión en proyectos públicos, financiados por fondos europeos o gobiernos regionales, impulsa la implementación de estas soluciones en los hogares. Asimismo, muchas iniciativas privadas trabajan en la integración con servicios sociales, aseguradoras y plataformas sanitarias para ampliar el alcance de la tecnología y beneficiar a más personas.
El reto principal consiste en garantizar que la tecnología complemente la atención humana. La interacción personal, el apoyo emocional y el acompañamiento continúan siendo prioritarios para el bienestar de los mayores. Por ello, muchas apps incorporan indicadores de calidad que van más allá de los aspectos biomédicos y facilitan la interacción presencial cuando resulta necesario.
El uso de la tecnología en el cuidado de mayores no solo favorece su autonomía y bienestar en el hogar, sino que también aporta sostenibilidad al sistema sociosanitario y abre nuevas oportunidades de desarrollo social y económico. Desde recordatorios de medicación hasta sistemas de IA que detectan riesgos y ofrecen compañía, estas herramientas se consolidan como recursos esenciales para afrontar los desafíos del envejecimiento en la sociedad actual.