Lo ideal sería poder ir a hacer la compra casi a diario, a por productos frescos a una tienda cercana a tu casa de forma que la cadena de frío se mantenga lo más estable posible durante un corto traslado del comercio a tu vivienda.
Lamentablemente esto no es posible para muchas familias como la mía, que por falta de tiempo hacemos la compra principal una vez a la semana en un supermercado alejado de casa unos 20 minutos en coche, tiempo al que hay que sumar el que pasas haciendo la compra en sí con la comida en el carrito, más luego esperando en la cola de la caja, mientras guardas todo en el maletero, llegas a la vivienda, lo sacas, lo subes a casa y después lo colocas finalmente en el frigorífico.
Al final te pones en más de 1 hora con la comida fuera de un refrigerador, como mínimo, tiempo suficiente para que algunos productos se descongelen y otros pierdan su frescura o incluso puedan empezar a estropearse sobre todo ahora en verano con las altas temperaturas. ¿Qué podemos hacer? Pues preparar el frigorífico y nuestro viaje al supermercado es la clave para reducir estos riesgos.
Preparándonos para hacer la compra
Aunque estos trucos que vamos a comentar son útiles también el resto del año, hacerlos en verano es fundamental, sobre todo si os encontráis en una situación similar a la que hemos comentado antes de vivir a una cierta distancia de la tienda y tener que pasear la compra durante mucho tiempo hasta poder llegar a casa.
Para empezar, aparte de una buena limpieza del frigorífico para acabar con bacterias que haya de días anteriores, lo fundamental es activar, si lo tenemos disponible en nuestro modelo, la función de enfriamiento rápido, que suele tener diferentes nombres como función «ultra cool», «coolmatic», «frostmatic», «ultrafrost», «rapid cool» y similares.
La idea es siempre la misma: poner a trabajar al máximo al compresor del equipo durante un cierto tiempo para lograr el máximo frío posible. Está diseñada para bajar la temperatura del interior hasta un valor prefijado por el fabricante lo antes posible, utilizando todos los recursos de la máquina y sin esperar a los ciclos habituales más «suaves» que haría el compresor en su funcionamiento convencional.
Una vez transcurrido un cierto periodo de tiempo, que suelen ser unas 4-6 horas, esta función se desactiva automáticamente, aunque hay frigos y congeladores en los que tenemos que hacerlo a mano (como el mío por ejemplo, lo cual es un poco molesto si te olvidas), volviendo a pulsar el correspondiente botón en el menú principal o interfaz principal del aparato.
Nos interesará encenderla un poco antes de salir a hacer la compra, de forma que comience a hacer su trabajo mientras estamos fuera y luego al regresar continúe haciéndolo unas horas más.
Bajar la temperatura del termostato un par de grados es otra opción si no contamos con esta función. Podemos hacerlo justo antes de salir de casa para que así a la vuelta ya tengamos un espacio bien refrigerado dentro del frigo que pueda absorber mejor parte del calor con el que llegarán los nuevos alimentos.
Además, si queremos mejorar la conservación de los productos durante el transporte es fundamental que vayamos preparados al súper. Para ello lo más básico es tener listas bolsas para congelados donde meteremos los alimentos perecederos hasta llegar a casa, pero lo ideal es que estas bolsas estén acompañadas de recipientes con hielo.
Podemos optar por los típicos recipientes para congelar que vienen con algunos frigos y que también podemos comprar aparte, o directamente hacer nuestros propios hielos usando botellas de agua llenas hasta dos tercios de su capacidad. En este último caso luego podremos aprovechar este agua fresquita para beber, con lo que el desperdicio energético será menor.
En cualquier caso deberemos prepararlo todo por lo menos con un día de antelación para que dé tiempo a que se forme el hielo, pero así nos aseguraremos de que la comida más delicada (carnes, pescados y congelados) llega a casa en mejores condiciones.
Otra alternativa más «pro» es apostar por neveras eléctricas portátiles que podemos llevar en el maletero del coche. En este caso hay modelos que se conectan a una toma de 12V del vehículo y permitirán, si el trayecto es largo, mantener la cadena de frío en perfectas condiciones.
Imagen portada | Max Vakhtbovycn
En Xataka Smart Home | Estamos a más de 40º y mi frigorífico no da más de sí: trucos para tener todo bien fresquito
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La noticia
Así preparo mi frigorífico para hacer la compra cada semana en verano: es esencial para que no se estropee la comida que traigo
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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