Cuando hicimos la reforma de la casa, uno de los espacios que también pasaron por manos de los albañiles fueron los cuartos de baño. A la hora de instalar las cisternas, optamos por modelos empotrados. Funcionan igual pero todo el mecanismo está escondido en la pared.
Con el tiempo, me he dado cuenta de que, al igual que ocurre con las cisternas convencionales, en estos modelos ocultos en la pared también es posible regular el caudal del agua, aunque de una forma muy distinta. Así es como lo he hecho yo para reducir el consumo cada vez que pulso el botón de descarga.
El método sencillo

En los modelos clásicos, los que van montados sobre el inodoro y quedan a la vista, solemos encontrar dos botones: uno para vaciar todo el depósito y otro para liberar solo la mitad. Las cisternas empotradas también ofrecen esta doble opción.
Lo que no se puede hacer en este caso es aplicar el viejo truco de introducir una botella llena en el interior para reducir la capacidad del depósito y, con ello, la cantidad de agua que se descarga. Este “truco” no es viable (o no al menos de forma sencilla) con cisternas ocultas, pero por suerte existe una alternativa sencilla y eficaz.

Hay que regular cada uno de los pulsadores
En mi caso, basta con desmontar el pulsador cromado de la cisterna —solo hay que levantarlo suavemente para soltar dos clips— y así se accede al mecanismo interior, donde se encuentran tres reguladores: dos correspondientes al depósito de mayor descarga y uno al de menor caudal.
Para ajustar la cantidad de agua que se libera en cada pulsación, simplemente hay que girar estos reguladores, que funcionan como pequeños tornillos. Al apretarlos, se limita el recorrido del botón, lo que impide que la cisterna se vacíe por completo y, por tanto, reduce significativamente el consumo de agua.
La opción compleja

Imagen | MiFontanería
Dentro de los mecanismos ocultos en el interior del depósito de la cisterna se encuentra el mecanismo de descarga, como el que puedes ver en este enlace. Se trata de una pieza de forma cilíndrica que puede extraerse con cierta habilidad y cuidado.
En este componente hay dos elementos móviles, normalmente de color rojo, que permiten ajustar la cantidad de agua que se libera con cada pulsación. Regulando estas piezas, es posible controlar el volumen de descarga y así optimizar el consumo de agua. Estas piezas permiten controlar tanto la descarga completa como la descarga parcial del inodoro.
Para hacerlo, primero debes extraer el mecanismo del interior del depósito (yo no lo hice cuando desmonté la cisterna). Normalmente basta con tirar hacia arriba del conjunto con suavidad, aunque en algunos modelos puede ser necesario girarlo ligeramente o presionar una pestaña de liberación. Antes de manipularlo, conviene cerrar el paso de agua si lo consideras necesario para evitar fugas.
Una vez fuera, localiza las dos piezas rojas, que suelen estar en los laterales del cuerpo del mecanismo. Se trata de pequeños elementos móviles —ya sean correderas o pestañas— que permiten ajustar el volumen de agua que se libera con cada pulsación del botón.
Para modificar la descarga completa (correspondiente al botón grande), debes deslizar la pieza roja asociada hacia arriba si quieres reducir la cantidad de agua, o hacia abajo si deseas aumentarla. Lo mismo se aplica a la descarga parcial (el botón pequeño): desplazando su pieza roja podrás establecer cuánta agua se libera en cada uso.
Una vez realizados los ajustes, vuelve a colocar el mecanismo en su sitio, asegurándote de que encaje correctamente. Luego, prueba ambos botones para comprobar que todo funciona como esperas y que se ha logrado un equilibrio entre ahorro de agua y eficacia de descarga.
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La noticia
Tengo una cisterna empotrada y automática: así la regulo para gastar menos agua
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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