Así calculo las frigorías que debe tener mi aire acondicionado: quiero que enfríe de verdad y no gaste más de la cuenta

Así calculo las frigorías que debe tener mi aire acondicionado: quiero que enfríe de verdad y no gaste más de la cuenta

Superado el sofocante verano —y quizá también las olas de calor más duras— son muchas las personas que empiezan a plantearse la compra e instalación de un aire acondicionado en casa, pensando ya en el próximo año con el fin de tener una temperatura adecuada en casa. En esta época resulta más sencillo encontrar modelos disponibles e incluso tener menos problemas para encontrar instaladores.

Ahora bien, antes de lanzarse a la compra de un aire acondicionado conviene detenerse en un aspecto fundamental: la potencia del equipo. No siempre la mejor opción es elegir el modelo más potente, sino aquel que se adapte de forma precisa a las características de la vivienda. Acertar con el cálculo de las frigorías y la potencia adecuada es clave para garantizar el confort y la eficiencia. De lo contrario, se corre el riesgo de acabar con un aparato que gasta más electricidad de la necesaria o que no consigue mantener una temperatura agradable. Y justo en este punto vamos a profundizar a continuación.

Para no gastar en exceso

No vamos a hablar de la tecnología Inverter, que ayuda a reducir el consumo y mejora la eficiencia, puesto que hoy en día casi todos los sistemas de climatización la incluyen. Sí hacer referencia al etiquetado energético: cuanto más alto sea la clasificación (A, B o C en el sistema actual, o A+, A++ y A+++ en las etiquetas anteriores), mejor rendimiento tendrás a largo plazo. Pero sobre todo hay que fijarse en las frigorías y los vatios o la potencia térmica.

Las primeras, las frigorías, indican cuánto puede enfriar un equipo, mientras que los vatios, los segundos en esta ecuación, reflejan la potencia térmica (ojo, no confundir con la potencia eléctrica que mide el gasto en electricidad) necesaria para climatizar un espacio (mide lo que el aparato puede enfriar o calentar).

Cómo calcular la potencia

Carlos Laire Acondicionado

Para tener en cuenta el equipo que necesitamos para nuestro hogar, muchos fabricantes recomiendan usar una fórmula sencilla. Se trata, tomando como referencia el consejo de fabricantes como Daikin o Hitachi, de calcular unas 100 o 150 frigorías por metro cuadrado (1 frigoría se considera igual a aproximadamente 1,163 vatios-hora (Wh).

Un cálculo sencillo. Por ejemplo, si tu salón mide 27 m², necesitarás alrededor de 2.700 frigorías. Si prefieres expresarlo en vatios, basta con multiplicar por 1,163: en este caso, unos 3.140 W de potencia térmica. Y si ya tienes la potencia en vatios, puedes pasarla a frigorías multiplicando por 0,86.

Interior 3 Frigorias

Imagen | Daikin

Más allá de la superficie, también es recomendable tener en cuenta el volumen de la estancia a climatizar. Para calcularlo basta con multiplicar los metros cuadrados por la altura del techo. Una vez tengas los metros cúbicos, calcula entre 30 y 50 frigorías por cada uno de ellos, ajustando según la orientación de la vivienda, el aislamiento o la cantidad de sol que recibe. Así, un salón de 30 m² con 2,5 m de altura (75 m³) necesitará entre 2.250 y 3.750 frigorías para enfriarse bien.

Si el cálculo queda demasiado justo, lo recomendable es optar por un equipo con la siguiente potencia superior. De este modo, se garantiza un confort adecuado en la vivienda y se previene un gasto energético innecesario.

Pero no todo depende de fórmulas rápidas. El clima de tu zona, la calidad del aislamiento, el número de ventanas, la orientación de la vivienda o incluso los aparatos electrónicos que tengas conectados pueden marcar la diferencia. Además de los m² y m³, si quieres instalar un equipo de climatización es adecuado fijarse en otros aspectos:

  • Condiciones ambientales: temperatura y humedad de la zona (en climas más fríos, bastarán de 50 a 100 frigorías por metro cuadrado).
  • Aislamiento térmico: cuanto mejor sea, menos potencia se necesita.
  • Tamaño y tipo de ventanas: mayor superficie acristalada = mayor demanda.
  • Orientación de la vivienda: más sol directo implica mayor potencia en frío.
  • Equipos electrónicos presentes: generan calor adicional.
  • Uso del espacio: no es igual climatizar un piso, un local comercial o una oficina.

Ni pasarse ni quedarse corto

aire

Imagen | Paco Rodríguez

Tanto optar por un equipo menos potente de lo necesario como por uno con frigorías de sobra, puede terminar afectando a nuestro bolsillo.

Un aire acondicionado con menos frigorías de las necesarias provoca un mayor consumo energético por trabajar de forma continua, incapacidad para enfriar correctamente en días calurosos, ciclos de encendido y apagado que aceleran el desgaste del equipo y dificultad para reducir la humedad, generando un ambiente incómodo.

Y al contrario, si eliges un aire acondicionado con más frigorías de las necesarias, el aparato enfriará el espacio demasiado rápido, lo que provocará ciclos constantes de encendido y apagado que reducen la eficiencia energética y la vida útil del equipo. Además de un mayor consumo, esto puede llevar a una mayor humedad en el ambiente y a cambios bruscos de temperatura, generando un confort reducido a pesar de que el costo inicial del equipo sea mayor.

Por eso y si tienes dudas, lo más recomendable es que un instalador profesional revise el espacio, la estancia y haga los cálculos con detalle. Solo así te aseguras de que tu aire acondicionado no se quede corto, ni consuma más de la cuenta, y sobre todo que enfríe de verdad.

Foto de portada | RDNE Stock project

En Xataka SmartHome | El aire acondicionado tiene un botón para resetearlo. Y tienes que hacerlo en estas situaciones


La noticia

Así calculo las frigorías que debe tener mi aire acondicionado: quiero que enfríe de verdad y no gaste más de la cuenta

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Xataka Smart Home

por
Jose Antonio Carmona

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