El fin de las calderas de gas y gasóleo ha comenzado. Estas son las mejores alternativas para tener calefacción y agua caliente en casa

El fin de las calderas de gas y gasóleo ha comenzado. Estas son las mejores alternativas para tener calefacción y agua caliente en casa

Cada otoño llegan los primeros fríos y con ellos hemos de poner a punto nuestros sistemas de calefacción. Una época del año en la que tradicionalmente comenzábamos a ver ofertas y subvenciones para renovar nuestras calderas de gas y gasóleo, algo que ya será cosa del pasado.

El motivo es que la Unión Europea fijó ya una fecha límite para el uso de calderas de gas en el viejo continente y contempla además introducir importantes modificaciones en las estufas de leña y de pellets, haciendo que los usuarios tengamos que migrar de forma irremediable a alguna de las alternativas recomendadas.


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Llega el fin de las calderas de gas y gasóleo

La normativa pretende ir eliminando poco a poco el parque de calderas existente en la actualidad, pero de una forma pasiva. Es decir, no se prohíbe tener uno de estos equipos en casa sino que se exige a los gobiernos de la UE que prohíban las ayudas para los sistemas de calefacción que funcionan con combustibles fósiles.

¿Cuándo? Pues a partir de este 2025 ya no puede haber ayudas, lo que desincentivará a los usuarios a instalar una nueva caldera de gas en casa o a renovar la que ya tuvieran. La idea es poder eliminar progresivamente el uso de calderas de gas de forma completa para 2040.

Ya no habrá incentivos financieros en forma subvenciones para calentadores o calderas que utilicen este tipo de tecnología de gas, incluso aunque sean modelos más eficientes como las de condensación.

Además, el texto que se ratificó en 2024 en el Parlamento Europeo obliga a los gobiernos europeos a garantizar que todos los edificios de nueva construcción sean climáticamente neutros a partir de 2030.

¿Qué pasa si ya tengo una caldera de gas en casa? Pues de momento nada, no habrá que quitarla ya que estos plazos son para edificios de nueva construcción. Pero cuando se estropee la que ya tengamos ya no tendremos ayudas para cambiarla y poco a poco deberemos ir pasándonos a sistemas más modernos y eficientes. 

¿Por qué tecnología de calefacción puedo sustituir mi actual caldera? De acuerdo con los documentos de la UE, la apuesta actual pasa por las bombas de calor y tecnologías basadas en las energías renovables, como la biomasa o la geotermia. Vemos en qué consiste cada una.

Aerotermia: bombas de calor

Bomba Calor

La bomba de calor es una de las tecnologías actualmente más efectiva y rápida para calentar la vivienda de forma sencilla. Y de hecho se ha postulado como la opción preferida por la Unión Europea en detrimento de las calderas de combustibles fósiles como el gas y el gasóleo. Podemos distinguir dos tipos:

  • Aire acondicionado clásico: son bombas de calor aire-aire donde la energía térmica del exterior se usa para calentar o refrigerar el aire de dentro de la casa. Se pueden usar como apoyo a otros sistemas de calefacción o como sistema principal en zonas cálidas.
  • Aerotermia completa: son bombas de calor aire-agua que calientan el agua de un circuito de forma similar a lo que hace un caldera. Estos sistemas aire-agua son adecuados tanto para obra nueva como si se quiere realizar una reforma completa.

Son equipos muy eficientes, ya que por cada 1 kWh que consumen de electricidad aportan hasta 4 kWh de calor (es decir, una relación 4:1 en eficiencia). Esto hace que, a pesar del precio elevado de la electricidad ofrezcan costes moderados de uso.

Entre sus inconvenientes nos encontramos con que requieren unidades exteriores, lo que no siempre es posible, y en los sistemas de aerotermia aire-agua la inversión inicial es muy elevada.

Geotermia

La geotermia de uso doméstico es un sistema de climatización que se caracteriza por ser 100% renovable y que aprovecha la energía que se acumula bajo el suelo para realizar un intercambio de calor obteniendo tanto calefacción de viviendas y piscinas como refrigeración y agua caliente sanitaria.

La energía geotérmica es limpia, sostenible, perpetua e inagotable. Es decir, no dependemos de que haga sol, viento, frío o calor en el exterior ni de rellenar un depósito de combustible y siempre estará disponible mientras funcionen los equipos.

De hecho, si la instalación se dimensiona correctamente y los equipos funcionan bien, siempre tendremos la energía necesaria para climatizar nuestras viviendas con independencia de las condiciones climáticas exteriores.

Ahorro a largo plazo. Al conseguir aprovechar gran parte de la energía del subsuelo de forma gratuita, los sistemas con geotermia consumen en torno a un 50-80% menos que los sistemas convencionales para obtener calefacción, frío y agua caliente sanitaria. Y tienen bajos costes de mantenimiento.

Larga vida útil de los equipos. Los sistemas de bomba de calor geotérmico tienen una vida útil muy amplia por encima de los 15-20 años con un número de horas de funcionamiento de entre 1.200-2.000 horas al año. Además proporcionan frío y calor en una misma instalación.

Frío pasivo. En algunas regiones donde no hace mucho calor es posible refrescar el ambiente de forma completamente gratuita con tu instalación geotérmica gracias a que el subsuelo mantiene una temperatura más fría que el ambiente, conseguimos ceder el frío a nuestra instalación con la bomba de calor completamente apagada, es decir, a coste cero.

Sin embargo, la geotermia tiene un gran problema: los elevados costes de adquisición. Para viviendas unifamiliares y si queremos un sistema completo, el coste puede ascender por encima de los 10.000 euros, instalación aparte. No obstante, para poder sobrellevar mejor este coste inicial, existen ayudas con subvenciones del Gobierno y las Comunidades Autónomas. Están impulsadas a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España y reguladas en el Real Decreto 477/2021. En este artículo explicamos cómo solicitarlas.

Estufas de biomasa (pellet, hueso, etc.)

Bomba Calor Cpellet

Imagen: STUFE A PELLET ITALIA en Amazon

Compitiendo con las bombas de calor tenemos a las estufas de biomasa que aprovechan los residuos orgánicos de las podas o los huesos de aceitunas. Es una opción sostenible recomendable en segundas residencias o casas con suficiente espacio para almacenar sacos de pellets o huesos.

Para calentar toda la vivienda una estufa de este tipo requiere de un sistema de distribución del aire por conductos o si contamos con una caldera, una instalación con radiadores de agua. 

Sin embargo, presentan inconvenientes, como la necesidad de contar con una salida de humos al exterior y el mantenimiento frecuente. Además, el coste de la materia prima que vamos a usar para calentar ya no es tan chollo como hace unos años, por lo que hay que valorar muy bien si nos merecen la pena en nuestro caso de uso concreto.

Imagen portada | José Antonio Carmona

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La noticia

El fin de las calderas de gas y gasóleo ha comenzado. Estas son las mejores alternativas para tener calefacción y agua caliente en casa

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Xataka Smart Home

por
Paco Rodríguez

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