Llegan los primeros fríos y si tenemos radiadores en casa toca hacer las tareas básicas de mantenimiento para que funcionen correctamente. Pero además de limpiarlos y purgar el exceso de aire hay algo más que podemos llevar a cabo para garantizar su buen funcionamiento: pintarlos.
Se trata de una acción que permitirá mantenerlos protegidos frente al desgaste por el óxido y la humedad, cubriendo pequeños desconchones, pero que además puede ayudarnos si lo que queremos es darle un nuevo toque decorativo a la habitación.
Podremos jugar con los colores de la pintura de los radiadores para resaltar estas grandes superficies metálicas y convertirlas en pequeñas piezas de arte que adornen el salón, sobre todo si son modelos antiguos con bonitos diseños. Pero, ¿qué tengo que tener en cuenta para que la pintura quede bien?
Pintar los radiadores de casa: claves para un buen resultado
El primer paso para pintar los radiadores de casa pasa por elegir la pintura que vamos a utiliza, y no, la pintura normal de pintar paredes no sirve, puesto que necesitamos una formulación que soporte las altas temperaturas que van a producirse y que además esté preparada para su aplicación sobre metal.
Afortunadamente en el mercado hay pinturas específicas para radiadores, tanto en botes para aplicar con brocha y rodillo, como en formato espray, estas últimas más sencillas de aplicar y capaces de llegar mejor a todos los rincones. Suelen ser algo más caras que las pinturas convencionales, pero también más fáciles de usar, y si no tenemos muchos radiadores en casa puede que nos compense.
Estas pinturas especiales para radiadores, además de resistir el calor suelen tener otras cualidades con respecto a las normales que usamos para las paredes. Por ejemplo, son más resistentes a los golpes y arañazos y tienen una mejor adherencia en el metal, por lo que serán ideales para nuestro trabajo. ¿Cuáles son los pasos a seguir?
- En primer lugar deberemos tener el radiador apagado y completamente frío para que la pintura agarre bien. Aquí podemos tratar de pintar directamente con el aparato montado en la pared o desmontarlo si nos atrevemos, para lo cual será necesario cerrar las llaves de paso del agua y vaciar su interior.
- Tras proteger el suelo para no manchar con la pintura, el siguiente paso consistirá en limpiar con agua tibia y jabón la superficie metálica que vamos a pintar y lijar suavemente, especialmente en zonas donde haya arañazos, óxido y desconchones.
- Si el radiador está muy oxidado nos convendrá aplicar antes de la pintura una imprimación especial para tratar este problema.
- Ahora ya podemos pintar con la pintura en el color que más nos guste, aplicando dos manos y dejando secar entre capa y capa según ponga en las instrucciones del fabricante. También habrá que dejar secar completamente entre 24 y 48 horas antes de volver a encender el radiador.
Como vemos, el proceso no es muy complicado y, además de proteger nuestros radiadores del óxido podremos aprovechar para cambiar el estilo de decoración de la vivienda haciendo que por ejemplo estos grandes elementos de calefacción resalten sobre el color de las paredes y se conviertan en un objeto de diseño más del hogar.
Imagen portada | Pintura Montana en Amazon
Más información | Bauhaus
En Xataka Smart Home | Pintar las paredes para que calienten la casa. Así funciona esta pintura para no tener que usar radiadores
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La noticia
Pintar tus radiadores no solo los protege, también es una gran forma de darle un nuevo aire a la casa sin hacer reforma
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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