Tengo ventanas correderas y esto es lo mejor que hay para aislarlas y ahorrar calefacción en invierno

Tengo ventanas correderas y esto es lo mejor que hay para aislarlas y ahorrar calefacción en invierno

Cuando llega el invierno y toca protegerse del frío, uno de los puntos más vulnerables de la casa suelen ser las ventanas. Ya hemos comentado que no todos los modelos aíslan igual (hay distintos tipos de ventanas): las correderas son, por lo general, las que peor retienen el calor, mientras que las abatibles ofrecen un cierre más hermético y efectivo o lo que es lo mismo, suelen ser más aislantes.

Si tus ventanas no cuentan con un buen sistema de aislamiento con rotura de puente térmico o no tienen vidrio de baja emisividad, es muy probable que por ahí se escape el calor y entre el frío exterior. Por eso, merece la pena aplicar una serie de medidas sencillas para reforzar ese punto crítico.

La buena noticia es que mejorar la eficiencia energética en casa está en nuestras manos y no siempre implica grandes inversiones. En el caso de las ventanas correderas, existen soluciones económicas y fáciles de implementar que pueden marcar una diferencia notable en el confort de la vivienda.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el calor que se pierde por una ventana puede representar entre el 25% y el 30% del consumo de calefacción de una habitación, por lo que su papel en el aislamiento térmico es clave.

Persiana

Imagen | Leroy Merlin

Ya sabemos que las ventanas abatibles y oscilobatientes son las que mejor aíslan, pero no siempre podemos instalarlas en casa. A veces falta espacio para abrirlas cómodamente o simplemente no resultan prácticas para el uso diario.. Por eso, si en casa tenemos una ventana corredera —y más aún si es de las antiguas— merece la pena dedicarle un rato para mejorar su aislamiento. Con unos pequeños ajustes puede volverse mucho más eficiente y ayudar a mantener mejor la temperatura interior.


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Por qué aíslan peor

ventana

Imagen: Ventanastock en Amazon

Según explican en Termprotect, las ventanas correderas aíslan peor porque su sistema de cierre no ejerce la misma presión que una ventana abatible, lo que provoca pequeñas holguras por donde entra el aire frío. Algo que confirman otros especialistas, Montalglass, al detallar como además, las guías y perfiles generan más puntos de fuga que dificultan un sellado hermético.

A esto se suma que muchos modelos antiguos no cuentan con rotura de puente térmico y suelen tener acristalamiento simple, lo que favorece aún más la transmisión del frío. Con el uso, los felpudos y juntas también se desgastan, reduciendo su capacidad de aislamiento.

La pérdida de energía a través de las ventanas depende en gran parte del material del marco. Según Iberdrola, el aluminio y el acero son muy conductores y dejan pasar el frío y el calor, mientras que la madera aísla mejor por su estructura. Los marcos de PVC son los que ofrecen el mejor aislamiento térmico.

Cómo mejorar el aislamiento

Cierre

El PVC no es buen transmisor y es mejor para aislar del frío y del calor

A la hora de mejorar la capacidad aislante de este tipo de ventanas los especialistas lo tienen claro. Existen cuatro puntos importantes en los que fijarnos, como son los carriles, los cajones de las persianas, el recogedor y los cristales en sí mismos.

Carriles

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En las ventanas correderas, los carriles suelen ser uno de los lugares por donde más se cuela el frío, sobre todo en modelos antiguos que no cierran de forma totalmente hermética. Para minimizar estas corrientes, una solución muy práctica es colocar burletes: esas tiras de goma o silicona que se adhieren a los laterales y a las guías para tapar las pequeñas rendijas por donde entra el aire.

Con el uso diario, los cambios de temperatura o la exposición directa al sol, estos burletes pueden ir deteriorándose. También influyen la calidad del material, lo bien que se hayan colocado y el mantenimiento que les demos. Si no se limpian con frecuencia o si la ventana acumula polvo en los carriles, su desgaste será más rápido. Aun así, son una opción económica y fácil de instalar que ayuda muchísimo a mejorar el aislamiento.

Cajetín de la persiana

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El cajón de la persiana es otro de esos puntos que conviene revisar cuando buscamos mejorar el aislamiento de una ventana corredera. Si no está bien construido o presenta rendijas, puede convertirse en una vía directa de entrada de aire frío y de salida de calor. Por eso, contar con un cajetín bien sellado es fundamental si queremos reducir el gasto en calefacción.

En general, podemos encontrarnos con dos tipos. Por un lado están los cajetines que vienen integrados en la propia ventana, muy habituales en instalaciones modernas, tanto correderas como abatibles. Suelen ser más herméticos, mejor aislados y sin huecos que permitan filtraciones.

Cierre

Imagen | Amazon

Por otro lado están los llamados “cajetines de obra”, esos que forman parte del muro de la vivienda y que suelen dar más guerra, especialmente en edificios antiguos. Normalmente son de madera fina y, si la casa tiene ya unos cuantos años, es posible que no tengan ningún tipo de aislamiento, lo que los hace muy vulnerables a la intemperie.

Cuando nos encontramos con este tipo de cajón, merece la pena mejorarlo: añadir tapas más resistentes, incorporar material aislante en su interior y sellar bien las juntas que conectan con la pared usando silicona, espuma de poliuretano o productos similares. Con estos pequeños cambios se puede reducir notablemente la entrada de corrientes y mejorar el confort interior.

Recogedor de la persiana

Recogedor de la persiana

Con el truco de la cerilla puedes detectar corrientes de aire

El tercer punto de la ecuación es el tirador o recogedor de la persiana: la pieza por donde pasa la cinta para subir y bajar la persiana.  En muchos casos, especialmente en viviendas antiguas, el cajetín que alberga la persiana no está bien aislado y en este caso el conducto que conecta el recogedor con el mecanismo de la persiana puede actuar como un túnel para el aire frío si no está debidamente aislado.

Aislarlo convenientemente es algo que ya explicamos y que podemos hacer nosotros mismos con solo desmontar el recogedor, limpiar el hueco que queda en la pared, y luego rellenar el espacio con espuma de poliuretano para sellar la zona y evitar que entre frío.  Esta solución es barata, rápida de hacer y sin necesidad de obra importante

Cristales

Ventana

El cristal es la parte que más calor deja escapar en una ventana, por lo que elegir un buen acristalamiento es esencial. Las ventanas con doble vidrio y cámara de aire aíslan mucho mejor, reducen condensaciones y mejoran notablemente la eficiencia energética.

Según la OCU, lo ideal es combinar marcos de PVC oscilobatientes con dos cristales de 4 mm y una cámara de 16 mm. Aunque son más caros, pueden reducir el consumo energético hasta diez veces y, junto a un buen aislamiento en paredes, mejorar la calificación energética de una vivienda de D a A, ahorrando entre 800 y 1.000 euros al año.

Una forma económica de mejorar el aislamiento es recurrir a láminas aislantes. Estas películas, que cuestan muy poco, ayudan a crear un efecto similar —con sus limitaciones, claro— al de un doble acristalamiento, reduciendo la pérdida de temperatura y mejorando el confort en casa.

En Xataka Smart Home | Cómo impedir que el frío se cuele por la puerta de casa sin tener que hacer obra y con soluciones económicas


La noticia

Tengo ventanas correderas y esto es lo mejor que hay para aislarlas y ahorrar calefacción en invierno

fue publicada originalmente en

Xataka Smart Home

por
Jose Antonio Carmona

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