El aire acondicionado es probablemente el sistema más efectivo y rápido para refrigerar la vivienda de forma sencilla logrando alcanzar la temperatura ideal en pocos minutos, aunque esta comodidad tiene un coste. Y ese es el energético, puesto que son equipos que deben estar enchufados a la red eléctrica gastando electricidad.
De hecho, este pensamiento de que el aire acondicionado gasta mucho está arraigado en la mente de muchos consumidores, hasta tal punto que según veíamos en el último estudio de Samsung, el 71 % de los españoles prefiere pasar calor a usar el aire acondicionado por miedo al gasto.
Sin embargo, puede que esta creencia esté llena de prejuicios y nuestra actitud resulte contradictoria, puesto que queremos ahorrar en el aire acondicionado pasando calor y luego gastamos la energía usando otros aparatos aparentemente más inofensivos. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Gasto de pico vs. gasto a largo plazo
Para empezar a evaluar cuál es el gasto real primero conviene considerar que entre los electrodomésticos típicos que solemos tener en la vivienda podemos diferenciar claramente dos clases de equipos en función de su tiempo de uso y del gasto energético:
- Los que tienen un bajo consumo de pico (en un corto periodo de tiempo) muy por debajo de 1.000 vatios pero su tiempo de utilización es de muchas horas a lo largo del día, como por ejemplo sucede con los frigoríficos, congeladores o la televisión.
- Los que consumen mucha potencia de forma puntual, típicamente más de 1.000 vatios, necesitando gran energía pero durante periodos cortos, como por ejemplo el horno, la plancha, radiadores, vitrocerámica o la lavadora.
Los aires acondicionados dependiendo de la tecnología que utilicen, de su eficiencia y de los años que tengan pueden estar en ambos grupos. Por ejemplo, un modelo muy antiguo sin tecnología inverter o uno de tipo portátil tendrá generalmente un consumo de pico elevado que además se mantendrá en el tiempo. Sin embargo, un modelo moderno con sistema inverter gastará mucha luz en los primeros minutos hasta que enfría la sala, pero luego su consumo baja en general hasta menos de la mitad mientras mantiene la temperatura.
¿Cuánto supone esto realmente? Pues un modelo de gama media de entre 2.500 y 3.500 frigorías puede tener un consumo eléctrico que ronda los 1.000 vatios (1 KWh) a pleno rendimiento, pero que luego cuando se pone a funcionar en modo «crucero» baja fácilmente hasta unos 300-500 vatios o incluso menos, dependiendo de las circunstancias.
¿Qué otros electrodomésticos tienen consumos iguales o superiores en casa al aire acondicionado? Pues si los medimos solo por hora de funcionamiento hay varios candidatos, pero los más habituales son los siguientes como señalan además del IDAE otros informes de Repsol y Naturgy:
- Hornos: entre 2.000-3.000 vatios
- Vitrocerámicas y placas de inducción: entre 1.500-6.500 vatios
- Radiadores eléctricos: entre 1.500-2.500 vatios
- Planchas de ropa: entre 1.500-3.500 vatios
- Termos eléctricos: entre 1.500-2.500 vatios
- Secadores para el pelo: entre 1.500-2.000 vatios
- Planchas para cocinar: entre 1.500-2.000 vatios
- Freidoras eléctricas: entre 1.500-2.500 vatios
Como vemos, el electrodoméstico que gana por goleada en gasto es la placa de inducción o la vitrocerámica, con una potencia máxima que supera ampliamente al resto y que de hecho hace que sea necesario contar con enchufes reforzados y cables de mayor grosor cuando queremos instalarla en la cocina (por supuesto la cifra real dentro de ese margen ya dependerá del modelo que tengamos en casa).
Sin embargo, para ser justos hay que destacar que este consumo es el máximo total teniendo en cuenta que tenemos todos los fogones encendidos al máximo, algo que no suele suceder ya que lo habitual es tener uno o dos y a un nivel intermedio.
Por ello lo que convine hacer para saber el gasto real de un aparato es valorar no solo el consumo máximo o de pico del mismo, sino el que hará realmente a largo plazo con un uso razonable. Por ejemplo, mientras que la vitrocerámica puede tener un gasto enorme este se limitará a una o dos horas al día, mientras que un frigorífico puede tener aparentemente un gasto muy inferior pero está trabajando las 24 horas.
Haciendo números
Hagamos unos números sencillos con algunos de estos electrodomésticos valorando su gasto real durante cada día y el coste a final del mes en comparación con el aire acondicionado.
Podemos considerar por ejemplo que vamos a usar cada día para cocinar una placa de inducción, vitrocerámica u horno con un consumo medio de 2.000 vatios y los tenemos encendidos unas 2 horas (sumando el tiempo de hacer la comida y la cena por ejemplo), esto supone un consumo de unos 120 kWh al mes. (podríamos haber cogido otros aparatos con consumos y tiempos de uso similares como la plancha o el termo, por ejemplo)
El frigorífico es uno de los aparatos que más luz gasta a largo plazo. ¿Cuánta? Pues como vimos a fondo en este artículo, un modelo antiguo poco eficiente puede gastar una media de 2,6 kWh al día (unos 100 vatios cada hora) frente a los 0,6 kWh (menos de 30 vatios cada hora) de un modelo más moderno y eficiente, es decir, tenemos un consumo mensual de hasta 78 kWh al mes.
El aire acondicionado ya hemos dicho que puede tener un consumo de pico de alrededor de 1 kW durante por ejemplo la primera hora, pero que luego baja hasta menos de 400 vatios e incluso puede pararse casi por completo cuando alcanza la temperatura. En cuanto al tiempo de uso, ya depende de cada caso concreto, pero podemos considerar por ejemplo unas 8 horas al día. Esto nos da un consumo total de 3,8 kWh al día, que en todo el mes son unos 114 kWh.
Tomando un precio medio de la electricidad de unos 0,14 €/kWh según los datos de la CNMC tenemos los costes de 16,8 euros mensuales para el caso de la vitrocerámica, 10,92 euros para un frigorífico poco eficiente o de unos 15,96 euros al mes para un aire acondicionado inverter.
Vitrocerámica |
frigorífico |
aire acondicionado |
|
---|---|---|---|
Consumo mes |
120 kW |
78 kW |
114 kWh |
gasto electricidad mes |
16,8 euros |
10,92 euros |
15,96 euros |
Como vemos, las abultadas diferencias en el consumo de pico de los aparatos se disipan cuando valoramos el gasto real final de los electrodomésticos, puesto que la cantidad de horas que pasan encendidos cada día es muy diferente, y de ahí que al final se equilibren los datos.
Además, si no somos de los que pasamos todo el día en casa y nos limitamos a encender el aire acondicionado por la tarde noche solo unas pocas horas en vez de las 8 calculadas, el gasto se reduce notablemente.
Eso sí, también puede ser que lo tengamos encendido más de esas 8 horas diarias y que no solo tengamos un aparato funcionando, sino varios equipos. En este caso el gasto sí puede dispararse y suponer un importe importante en la factura. Por ejemplo, si somos de encenderlo por la mañana y apagarlo al acostarnos (12 horas cada día) y tenemos 3 equipos en casa podemos, estar hablando de unos 70 euros al mes solo por climatizar la casa en verano.
Imagen portada | José Antonio Carmona
En Xataka Smart Home | He comparado lo que gasta mi antiguo frigorífico con otro más moderno y eficiente. Es una ruina y no sé cómo no lo he cambiado todavía
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La noticia
Hay gente que no enciende el aire acondicionado para ahorrar, pero luego devoran vatios con estos otros aparatos en casa
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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