Vivo en el centro, el ruido de la ventana me mata y el aire acondicionado me reseca la garganta: así duermo tranquilo en verano

Vivo en el centro, el ruido de la ventana me mata y el aire acondicionado me reseca la garganta: así duermo tranquilo en verano

Vivir en el centro de la ciudad y en un primero tiene sus ventajas. Dormir bien no es una de ellas. Y uno de los problemas que más temo llega cada verano, cuando el calor se hace insoportable y el piso se acaba convirtiendo en un horno.

Mi dormitorio es pequeño y el aire acondicionado está prácticamente pegado a mi cabeza. Cuando llega el momento de encenderlo porque ya no se puede aguantar más, me despierto con la garganta seca y una sensación bastante desagradable. Es el precio de poder conciliar el sueño cuando el termómetro se dispara.

Cuando todo se puso en mi contra, una solución se abrió paso: el ventilador de techo

Lo lógico sería abrir la ventana y aprovechar el aire fresco de la noche, ¿verdad? Pues no. Vivo en un primero en pleno centro y el ruido es constante, además de que eso de aprovechar el aire fresco de la noche en mi localidad no existe en verano. A veces corre un poco de aire que se agradece, pero el sonido del tráfico, las conversaciones de la gente que pasa por la calle y el bullicio nocturno hacen imposible dormir con la ventana abierta. Es frustrante, pero entiendo que no descubro nada a la gente que soporta esto a diario.

Ventilador 1

Imagen: Leroy Merlin

Después de varios veranos aguantando esta situación, por fin me decidí a hacer algo que tenía en mente desde hacía tiempo: instalar un ventilador de techo con lámpara. No descubro nada nuevo, lo sé. Mi solución va con retraso porque llevaba posponiendo esta compra demasiado tiempo, pero mejor tarde que nunca.

La instalación requirió hacer algunos agujeros adicionales en la pared para adaptar el soporte al lugar donde estaba la lámpara anterior, pero mereció la pena. El resultado ha quedado estupendo y funciona de maravilla.

Ahora, cuando llega el calor, combino el ventilador con abrir las puertas del resto de habitaciones para crear corriente de aire. El aparato tiene varios niveles de potencia, así que puedo ajustarlo según necesite. Además, la lámpara LED incorporada permite cambiar la temperatura de color, desde tonos más cálidos para la noche hasta más fríos para el día. Y todo controlable desde el mando a distancia, que es un detalle que se agradece. No quise adquirir un modelo conectado para no complicar más las cosas en casa, pero con la configuración adecuada también es una opción a tener en cuenta.

El cambio ha sido notable. Por fin puedo dormir en paz durante el verano sin depender exclusivamente del aire acondicionado y sin tener que aguantar la garganta seca cada mañana. Es todo un gustazo sentir esa brisa constante y suave del ventilador, especialmente cuando lo combino con abrir el resto de puertas de la casa.

Entiendo que son problemas del primer mundo, pero ha sido un cambio radical tras muchos años aguantando el verano en mi ciudad. Además, me ha venido bien escoger un modelo que no hace prácticamente nada de ruido y que las aspas se recogen para que en el resto del año solo se vea la lámpara.

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Vivo en el centro, el ruido de la ventana me mata y el aire acondicionado me reseca la garganta: así duermo tranquilo en verano

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Xataka Smart Home

por
Antonio Vallejo

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