Mi ducha se ha quedado vieja, fea y sosa: cuatro tendencias que te permitirán renovar su aspecto por completo

Mi ducha se ha quedado vieja, fea y sosa: cuatro tendencias que te permitirán renovar su aspecto por completo

Si nuestra casa tiene ya unos añitos y no se ha reformado el cuarto de baño, lo más probable es que tengamos la típica bañera con ducha incorporada tan habitual del siglo pasado. Una tendencia que poco a poco ha ido dando paso a diseños más modernos como el popular plato de ducha que se puso de moda a principios de los años 2000.

Sin embargo, desde estas ya lejanas fechas los diseños, materiales y gustos han ido evolucionando, y lo que antes nos parecía lo más de lo más ahora puede que lo encontremos desfasado, viejo y aburrido. ¿Qué otras opciones tenemos para darle a nuestra ducha una nueva vida?

Duchas en formato cabina

Ducha cápsula

Imagen | Leroy Merlin

También conocidas como duchas en cápsula, las duchas que vienen en un formato cabina son de lo más futurista e innovador. Representan una fusión perfecta entre una bañera por lo de contar con un espacio cerrado y la tradicional ducha de pie, envolviendo completamente al usuario.

A diferencia de los platos de ducha convencionales, estos modelos ofrecen una separación total con respecto al resto del baño, redefiniendo la experiencia de higiene y confort. Cuentan con una estructura independiente que no requiere integración con el resto del baño y, en la mayoría de los casos, se comercializan como un módulo prefabricado de instalación más sencilla.

Suelen destacar por sus líneas elegantes y el empleo de materiales avanzados, como vidrio ahumado, aluminio anodizado y compuestos de alta resistencia. Además, también es habitual que no solo incorporen las funciones de una ducha clásica, sino otras tecnologías como iluminación LED y sistemas de cromoterapia.

Ducha italiana o «walk-in»

Pexels Fotoaibe 1571462

Imagen de Vecislavas Popa

También conocidas como una variante de las duchas al ras del suelo, se trata de una tendencia que consiste en duchas parcialmente cerradas con una mampara de cristal cuya característica es que no debe tener marcos.

El espacio de la ducha permite entrar como si de un SPA se tratase, directamente al recinto que no tiene que contar con un plato, o si lo tiene ha de ser pequeño, accesible y discreto. La idea es que la ducha parezca una parte más del espacio del baño sin obstáculos que impidan ver su interior ni escalones para entrar dentro.

Tienen la ventaja de ofrecer un aspecto más amplio y limpio, lo que puede dar la sensación de contar con un cuarto de baño más grande del que tenemos en realidad. Como contrapartida, necesitaremos una reforma importante para preparar el sitio, sobre todo si tenemos una bañera tradicional.

Cortinas de ducha como elemento de diseño

Cortina

Imagen | IKEA

Otra alternativa para cambiar el aspecto de nuestra ducha es apostar por unas cortinas de tejidos modernos que ofrezcan un diseño peculiar más allá del clásico plástico blanco o beige de antaño.

En la actualidad las cortinas de baño pueden recuperar protagonismo gracias a su capacidad de personalización y precios económicos con diseños innovadores que incluyen patrones geométricos, estampados llamativos, colores vibrantes y una gran variedad de tejidos.

Las cortinas de nueva generación, a diferencia de las antiguas de plástico, permiten lavados sin problemas en la lavadora de forma regular, ofreciendo mayor durabilidad y una apariencia correcta durante más tiempo. Además, muchas de estas cortinas tienen un acabado acabado water-repellent para mayor resistencia a la humedad.

Otra posible opción son las cortinas de tela, que ofrecen mayor transpirabilidad en comparación con las cortinas de plástico, lo que permite que circule el aire más libremente minimizando así los problemas de acumulación de  humedad, con la consiguiente aparición de moho y hongos.

Microcemento y madera en la ducha

Media

Ducha de microcemento. Imagen: Leroy Merlin

Los clásicos azulejos que muchas duchas antiguas tienen se han quedado claramente anticuados. Y si queremos darle un nuevo aspecto a la nuestra puede que sea suficiente con variar dichos acabados.

Por ejemplo, poner el suelo con maderas resistentes al agua o azulejos de porcelana alargados que imiten este acabado madera puede cambiar por completo una vieja ducha con baldosines blancos o de colores pálidos.

Otra opción más compleja es apostar por el acabado en microcemento para todo el espacio de la ducha y prescindir por completo de los azulejos. La ventaja es que se trata de un material muy resistente que permite unificar el espacio dando mayor sensación de amplitud en baños pequeños. Como contrapartida tenemos que el coste probablemente será algo mayor y por supuesto necesitaremos hacer reforma.

Imagen portada | PxHere

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Mi ducha se ha quedado vieja, fea y sosa: cuatro tendencias que te permitirán renovar su aspecto por completo

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Paco Rodríguez

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