En vacaciones intento desconectar lo máximo posible, pero la conectividad WiFi sigue siendo fundamental cuando, por ejemplo, quieres pasar un buen rato en casa viendo una serie o haciendo una videollamada. En mi vivienda habitual no tengo problema, pero este año, durante mis vacaciones, me encontré con algunas limitaciones que solucioné gracias a estos consejos.
Sabía que el piso al que iba disponía de WiFi, así que me llevé un repetidor que tengo en casa y apenas uso. Ya me había ocurrido en alguna ocasión anterior y por eso iba preparado. Sin embargo, hay una serie de pasos que permiten mejorar el rendimiento de este tipo de dispositivos, y eso es precisamente lo que aplico cuando tengo que recurrir a él.
Usar el cable
En mi caso, se trata de un repetidor que no solo ofrece conectividad WiFi, sino que también permite conectarle un cable de red para extender la cobertura. Más allá de usarlo de la forma habitual, existen algunos trucos que ayudan a optimizar su funcionamiento.
Necesitaba que la señal WiFi llegara a una habitación en la que, al depender únicamente del router, la conexión era débil y poco estable. Me sorprendía, porque el router no estaba excesivamente lejos. En este caso recurrí a un elemento que siempre llevo conmigo: un pequeño maletín con cables (USB de varios tipos, adaptadores y cables de red)… y fue precisamente este último el que marcó la diferencia.
Antiguo cable categoría 5E
Lo que hice fue aprovechar una toma Ethernet en la pared para conectar el repetidor mediante cable (ya que no podía mover el router, al estar la toma de fibra en otra habitación). Al usar un cable Ethernet se evitaban las habituales interferencias de la conexión inalámbrica, logrando que la señal repetida mantuviera la misma calidad.
Un aspecto que no todo el mundo tiene en cuenta es la calidad del cable, ya que de ella dependen tanto la velocidad máxima soportada como la distancia de transmisión. Un cable Ethernet Cat5 es suficiente para conexiones de hasta 1 Gbps, pero en mi caso tenía a mano uno Cat6, que mejoró el rendimiento.
Velocidad (mbps) |
velocidad de descarga (mb/s) |
Frecuencia |
|
---|---|---|---|
Ethernet Cat 5 |
100 Mbps |
15,5 MB/s |
100 MHz |
Ethernet Cat 5E |
1.000 Mbps |
150,5 MB/s |
100 MHz |
Ethernet Cat 6 |
1.000 Mbps |
150,5 MB/s |
250 MHz |
Ethernet Cat 6a |
10.000 Mbps |
1.250 MB/s |
500 MHz |
Ethernet Cat 7 |
10.000 Mbps |
1.250 MB/s |
600 MHz |
Ethernet Cat 7a |
10.000 Mbps |
1.250 MB/s |
1.000 MHz |
Ethernet Cat 8a |
40.000 Mbps |
5.000 MB/s |
2.000 MHz |
La teoría y la práctica indican que siempre es recomendable medir la separación entre el router y el repetidor para elegir el cable adecuado, pero en mi caso no era posible. Aun así, esta solución de emergencia funcionó a la perfección.
Igualmente, es fundamental elegir bien dónde ubicar el repetidor: debe situarse en una zona libre de interferencias de otros aparatos, especialmente los que utilizan Bluetooth o WiFi en la banda de 2,4 GHz. En mi caso, al contar con un cable de la longitud justa, pude colocarlo en un punto céntrico, lo que ayudó a que la cobertura se distribuyera mejor.
Aplicando estos pasos, conseguí disfrutar de una señal WiFi de calidad, evitando cortes y problemas de velocidad, y sin tener que lidiar en exceso con los cables de red.
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La noticia
He estado de alquiler y no me llegaba el WiFi al cuarto. He usado un repetidor y con estos consejos ha ido de lujo
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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