En pocos días hemos pasado de un calor insoportable a un tiempo mucho más fresquito donde ya no es necesario encender el aire acondicionado en casa, así que dejamos apagados los aparatos fijos o portátiles que tengamos tras unos meses de uso más o menos intenso.
¿Es suficiente con darle al botón del mando a distancia y ya está? Pues en general no, ya que convendrá realizar una serie de tareas de mantenimiento y, además, apagar el aire acondicionado desde el mando nos hará gastar electricidad durante el resto del año.
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Un paso esencial: limpieza exterior, filtros y tubos de desagüe
Imagen: José Antonio Carmona
La primera tarea que conviene realizar al finalizar la temporada es la limpieza del propio aparato de aire acondicionado así como de las zonas interiores que filtran el aire, es decir, los filtros.
Así nos aseguramos de que no dejamos suciedad estancada que pueda acumular hongos y otros microorganismos durante las épocas de frío, lo que a su vez causará desde mal olor hasta la proliferación de colonias de bacterias que pueden darnos problemas diversos, incluidas alergias.
El proceso es en general sencillo, aunque conviene leerse las instrucciones de cada modelo de aire acondicionado para asegurarnos de que lo hacemos bien. No obstante, como norma básica hay que apagar el aparato, tanto si es fijo como portátil, levantar la tapa de plástico para acceder a los filtros, quitarlos y limpiarlos primero con una aspiradora o brocha y luego, si el modelo lo permite, es posible también pasar a una limpieza más profunda.
Imagen: José Antonio Carmona
Podemos usar agua y jabón suave si los filtros están muy sucios, sumergiéndolos en la solución jabonosa y frotándolos suavemente con las manos o con un cepillo de cerdas suaves para eliminar la suciedad. Incluso algunos filtros pueden limpiarse en el lavavajillas. Después solo hay que esperar a que se sequen completamente antes de volver a colocarlos en el aparato, cerramos la carcasa y ya lo tenemos listo para el próximo año.
Tampoco está de más que limpiemos la carcasa exterior del aire acondicionado con un poco de agua jabonosa, ya que habrá estado sometida al aire del verano y puede acumular desde ácaros hasta restos de polvo en suspensión.
Y si teníamos un recipiente colocado en el tubo de extracción del agua (por ejemplo una botella o cubo) de condensación, nos convendrá retirarlo, limpiarlo y guardarlo para poder volver a usarlo la próxima temporada, ya que si lo dejamos fuera, aunque sea en la terraza, puede deteriorarse durante el invierno y tendremos que buscarnos otro.
Qué hacer con el aire acondicionado portátil
Si como es mi caso vosotros también tenéis algún modelo de aire acondicionado portátil, además de los filtros conviene también limpiar su superficie exterior y el tubo de extracción de aire, que probablemente habrá acumulado mucho polvo en los meses de verano.
Además hay que recoger los adaptadores de ventana o puerta que hemos tenido que colocar para el tubo de extracción de aire, ya que si los dejamos puestos tendremos varios inconvenientes, como que perdemos hermeticidad en la habitación, puesto que dejarán pasar parte del aire frío del invierno a la casa.
Pero además permaneciendo a la intemperie se estropearán y degradarán antes, con lo que tendremos que repararlos o sustituirlos, algo que podemos evitar si no vamos a usar estas piezas hasta el año que viene.
Repasar el estado de la bandeja de condensación es otro paso importante, que suele estar situada en la parte inferior del equipo y que probablemente tenga todavía un poco de agua acumulada. Conviene secarla con un trapo si es que no se puede separar del aparato o bien si es posible extraerla tirar el agua directamente por el desagüe.
Guardar todo para el año que viene
Si no vamos a volver a usar los equipos de aire acondicionado hasta el verano que viene, nos convendrá dejarlos desenchufados de la pared para evitar problemas y que sigan consumiendo energía en segundo plano.
Esto es fácil en los modelos portátiles y si nos han colocado un cabezal de enchufe en los de pared, pero será más complejo si los nuestros van directamente conectados a la toma fija. En estos casos y salvo que seamos un poco manitas y nos atrevamos a andar desmontando los enchufes, deberemos dejarlos conectados todo el año, con el consiguiente gasto eléctrico.
También podemos comprobar si los aires están enchufados en un mismo circuito eléctrico del cuadro de luces, en cuyo caso podremos bajar la palanca correspondiente para dejar sin corriente a dicha zona.
Guardar los mandos a distancia en un lugar oscuro es también conveniente, como un cajón para que la luz no deteriore y amarillee los plásticos generalmente blancos. Y además, conviene que les quitemos las pilas antes de almacenarlos para prevenir que se sulfaten.
Imagen portada | José Antonio Carmona
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La noticia
No basta con darle al botón de apagado. Si has usado el aire acondicionado en verano, esto conviene hacer cuando entra el otoño
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Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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