A la hora de disponer de agua caliente sanitaria en casa, los termos eléctricos son una alternativa que disfrutamos en muchos hogares, sencillos de utilizar y eficientes.
Solo hay que enchufarlos, seleccionar una temperatura objetivo y olvidarnos. Pero de la elección de dicha temperatura dependerá el gasto energético del aparato y por tanto lo que pagaremos a final de mes en la factura.
Ajustando la temperatura para el otoño
A la hora de seleccionar una temperatura ideal para el agua caliente sanitaria en casa, cada familia y cada usuario particular es un mundo y puede tener sus preferencias concretas. Hay a quien le gusta el agua templada y los que prefieren que casi esté hirviendo.
Sin embargo, si queremos el máximo ahorro posible nos interesará seguir unas mínimas recomendaciones para optimizar el gasto de nuestros termos. Y aunque la mayoría de modelos permiten seleccionar temperaturas de hasta 70-80 ºC, estas se sitúan lejos de las que nos convendrá elegir.
Durante el verano, dadas las altas temperaturas que solemos tener en nuestro país, uno de los consejos habituales para ahorrar consiste en bajar el termostato del termo al mínimo, que suele situarse entre 35-40 ºC. Esto permite tener un agua caliente agradable cuando llega al cuarto de baño, sin casi consumir electricidad.
Pero con la entrada del otoño y las bajadas de las temperaturas toca hacer cambios, ya que dejar estos valores hará que el agua resultante esté demasiado fría. ¿Qué temperatura conviene seleccionar?
En la Guía Práctica sobre instalaciones individuales de calefacción y agua caliente sanitaria, publicada por el IDAE podemos comprobar algunas recomendaciones al respecto para el caso de contar con un sistema de acumulación, como sucede con los termos eléctricos.
Dadas las limitaciones en cuanto a capacidad de almacenamiento, la temperatura del agua debe ser algo más elevada en origen que en otros sistemas como los calentadores de gas, para conseguir suficiente producción de agua caliente. ¿Cuál es la ideal recomendada?
Pues aquella que se sitúa entre los 55 y 60°C, de forma que luego se consuma a unos 40°C una vez la hemos mezclado con la fría y ha recorrido las tuberías internas de la casa.
Seleccionando estas temperaturas en nuestros equipos conseguiremos tener agua caliente sanitaria gastando lo mínimo posible, aunque hay varios inconvenientes. Por ejemplo puede que el grifo del cuarto de baño esté muy alejado de la caldera o termo y no nos llegue el agua bien caliente si dejamos temperaturas tan bajas.
En este caso tendremos que comprobar nuestra situación particular y subir algún grado más en el termostato para lograr la temperatura deseada. Por eso no es extraño si de vez en cuando tenemos que elegir valores por encima de esos 60 ºC máximos recomendados.
¿No hay que poner nunca el termo al máximo de su potencia? Pues conviene hacerlo tras el verano si hemos tenido la temperatura objetivo en niveles muy bajos. De este modo evitamos la proliferación de bacterias y microorganismos en el depósito de agua.
Imagen portada | Kaboompics.com
En Xataka Smart Home | Cómo optimizar y usar tu termo eléctrico para ahorrar en la factura de la luz
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La noticia
Llega el otoño y toca ajustar la temperatura del termo eléctrico de casa. Esta es la recomendada para ahorrar en la factura de la luz
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Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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