Desde hace tiempo, asistimos a una escalada constante en los precios de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, que dificulta el acceso a un hogar propio para una gran parte de la población. Ante esta situación, empiezan a surgir propuestas cada vez más insólitas, y si no puedes permitirte un piso completo, ahora te ofrecen convertirte en propietario de una habitación.
Si ya resultaba sorprendente la idea de hipotecas que se heredan, esta nueva modalidad lleva la situación un paso más allá: la posibilidad de comprar una habitación dentro de una vivienda. Sin que exista todavía una regulación clara sobre si se trata de una compra parcial del inmueble o de un régimen de copropiedad, lo cierto es que ya existen empresas especializadas en este tipo de operaciones.
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En este artículo analizaremos en qué consiste exactamente esta tendencia (la compra de habitaciones) y, sobre todo, qué problemas legales, prácticos y financieros puede acarrear, porque —aunque a primera vista parezca una solución ingeniosa— no está exenta de riesgos y que refleja la gravedad del problema habitacional actual.
En qué consiste
El modelo se basa en la compra individual de una habitación privada dentro de una vivienda más grande, que cuenta con zonas comunes compartidas, como cocina, salón o baño. En la práctica, el comprador obtiene un derecho de uso exclusivo sobre su habitación y un uso compartido sobre el resto de la vivienda.
Algunas empresas promotoras han comenzado a ofrecer este tipo de productos bajo un esquema de copropiedad o fraccionamiento inmobiliario, similar al del coliving, pero con una diferencia clave: aquí no se trata de alquilar, sino de comprar un espacio parcial del inmueble.
Qué problemas plantea esta fórmula
Lo primero que puede venir a la mente al plantearse comprar una habitación y compartir vivienda con otras personas son los inevitables problemas de convivencia que pueden surgir. Incomodidades que no solo serían temporales, sino que podrían prolongarse durante años o incluso toda la vida. Sin embargo, más allá de este aspecto —que ya de por sí resulta relevante— existen otros problemas de mayor alcance y profundidad, menos evidentes a primera vista, pero que pueden tener consecuencias mucho más serias para quienes opten por este tipo de propiedad.
Inseguridad jurídica
El primer problema surge de la inseguridad jurídica que acompaña a este tipo de adquisiciones, ya que aún no existe un marco legal claro que las respalde. En España, la compraventa de una habitación no está reconocida como una figura inmobiliaria independiente, lo que deja a los compradores en una situación ambigua.
En realidad, quien realiza este tipo de inversión no adquiere una parte física y delimitada del inmueble, sino que se convierte en copropietario del conjunto del piso. Esta circunstancia puede derivar en conflictos y complicaciones legales en caso de una futura venta, reformas o desacuerdos entre los distintos propietarios.
Dificultad para inscribir la propiedad
Precios de ejemplo Imagen | Habitación.com
Muy relacionado con el punto anterior está el problema de la inscripción registral. En España, el Registro de la Propiedad no permite inscribir una habitación como finca independiente, ya que legalmente no se considera una unidad inmobiliaria autónoma.
Aunque pueda parecer un detalle menor, esta limitación tiene consecuencias importantes: impide formalizar correctamente la compra, dificulta la obtención de una hipoteca y complica enormemente una posible reventa en el futuro, dejando al comprador en una posición de clara desventaja jurídica y financiera.
Por un lado, los bancos no conceden hipotecas para la adquisición de una habitación, ya que no se trata de una unidad registral independiente. Esto obliga a realizar el pago al contado, reduciendo aún más el público potencial.
Y en cuanto a la reventa, es casi imposible. El mercado secundario de este tipo de propiedades es prácticamente inexistente. Resulta complicado encontrar compradores interesados en adquirir una habitación dentro de una vivienda compartida, lo que limita la liquidez y la rentabilidad de la inversión.
Posibles riesgos fiscales
Al no existir una figura jurídica clara, pueden surgir problemas con la tributación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales o con el cálculo del valor catastral, además de dificultades para declarar el bien en caso de alquiler o reventa.
Conflictos de convivencia y gestión
Para el final, algo que ya he comentado al principio: compartir zonas comunes — muchas de estas habitaciones requieren compartir baño y cocina— con otros propietarios puede derivar en tensiones cotidianas y desacuerdos sobre el uso, mantenimiento o gastos comunes. Además, cualquier reforma o venta de la vivienda requiere el consenso de todos los copropietarios, lo que hace el modelo poco operativo a largo plazo.
¿Es la solución?
Una respuesta desesperada ante un problema estructural. En el fondo, esta tendencia no es más que el reflejo de la profunda crisis habitacional que atraviesa el país. Cada vez son más las personas que encuentran serias dificultades para acceder a una vivienda, tanto en propiedad como en alquiler, y la situación se agrava especialmente en las grandes ciudades, donde los precios superan con creces los salarios medios.
Es precisamente en estas áreas urbanas donde más se ha extendido el fenómeno: comprar una habitación se plantea como una supuesta “solución” para jóvenes o trabajadores con ingresos medios o bajos, aunque en realidad no deja de ser un síntoma del deterioro del acceso a la vivienda.
Hasta ahora, las administraciones públicas no han abordado ni regulado esta práctica, y los expertos alertan de que, sin un marco legal sólido, podría dar lugar a fraudes, conflictos de propiedad o situaciones de vulnerabilidad. Por todo ello, más que una alternativa real, la compra de habitaciones se interpreta como una respuesta desesperada y de alto riesgo frente a un problema estructural mucho más profundo: el encarecimiento y la falta de vivienda asequible.
Foto de portada | Jan van der Wolf
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La noticia
Si tener piso es un problema, el mercado quiere que compres una habitación. Así es la tendencia que crece en grandes ciudades
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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