Entre los mejores sistemas de calefacción si quieres gastar poco se encuentran las bombas de calor, una tecnología de lo más eficiente que promete gran potencia calorífica con un mínimo coste en la factura de la luz.
Y puesto que hay modelos de bombas de calor que son de tipo portátil, los típicos pingüinos que se usan también en verano para refrigerar, deberían en teoría ser una gran opción para usarlas en viviendas donde no se puede instalar un sistema fijo ni hacer obras. Además son más baratas y prometen grandes potencias gastando poca luz. Todo parecen ventajas, ¿o no?
Aire acondicionado portátil con bomba de calor: mucho por mejorar
Vas una gran superficie, te acercas al área donde tienen los aires acondicionados portátiles con bombas de calor y si hay alguno encendido lo pruebas, comprobando inmediatamente que efectivamente echa un chorro de calor considerable.
El aparato no es muy caro y piensas que dada su eficiencia y su consumo máximo alrededor de 1.000 vatios puede ser una gran alternativa al clásico radiador de toda la vida que gasta hasta 2.500 vatios. Te lo llevas a casa, lo instalas, parece que todo funciona de maravilla, pero hay algo que no termina de encajar.
Lo primero que notas y que no se puede apreciar en la tienda es el notable ruido del aparato, algo que puede resultar molesto sobre todo si no estás haciendo nada más o pretendes dormir con él encendido, pero que hasta podría pasarse por alto si por ejemplo puedes colocarlo muy lejos de la zona donde te sientas.
En mi caso a unos 6,5-7 metros de distancia y subiendo el volumen de la tele un poco, al final te puedes acostumbrar al ruido de este tipo de aparatos durante el día, aunque a la hora de dormir no.
Otro punto negativo es el relacionado con la baja eficiencia a la hora de calentar la sala. Los dos modelos que hemos tenido en casa han sido de un solo tubo, donde éste expulsa el aire frío al exterior pero lo recoge de dentro de la sala, por lo que primero lo calentamos y luego lo expulsamos fuera haciendo que entre más aire frío del exterior de la habitación, del pasillo o por las rendijas de las ventanas para cubrir ese descenso de presión.
Además, el tubo radia parte de ese frío dentro de la habitación, al ser generalmente un conducto de plástico sin ningún tipo de aislamiento. Y el colmo es que, por muy bueno que sea el kit para adaptar a la ventana, nunca terminan de ajustar al 100%, quedando huecos y rendijas por las que se escapaba el aire caliente.
El resultado es que el aparato por mucho motor inverter que pueda tener, al final dadas estas ineficiencias está funcionando todo el tiempo al 100% para subir como mucho unos 4-5 grados la temperatura de la sala. Por mucho que pusiésemos el termostato al máximo (27-30 ºC según modelo), en los días más fríos nunca pasábamos de unos 19 ºC con el equipo todo el rato en marcha gastando luz.
Y eso suponiendo que no haya viento fuera, ya que de ser así el aire que se cuela dentro para compensar la presión es todavía mayor y se reduce todavía más la eficiencia del equipo.
¿Quiere decir que no son recomendables estos sistemas portátiles para calentar la casa? Pues en mi opinión particular puede que te saquen de un apuro si se te estropea el sistema principal de la vivienda, no puedes hacer una instalación fija o usar una estufa, pero no es capaz de mantener un ambiente confortable en una habitación mediana especialmente en los días de más frío.
Para temporadas intermedias como el otoño y la primavera donde solo hace falta subir unos dos-tres grados la temperatura sí puede ser una buena opción que gastará mucho menos que un radiador o calefactor portátil. Para pasar un invierno frío casi que prefiero un radiador clásico de aceite aunque gaste más luz.
La solución fue instalar un aire acondicionado fijo

Tras unos cinco años de uso de este tipo de equipos al final decidimos pasarlo a la «habitación de invitados» (el trastero) y optamos finalmente por instalar un sistema de aire acondicionado fijo Mitsubishi Electric, y más concretamente los modelos MSZ-AP35VG y MSZ-AP25VG de los que hablamos en profundidad en este artículo.
Las mejoras obtenidas son inmediatas en el apartado de ruido, pasando a tener ahora un murmullo de fondo mucho más agradable y soportable, sobre todo si pones la ventilación en los dos o tres primeros niveles de potencia.
También puedes subir más la temperatura de la sala pudiendo alcanzar sin problemas los 23-24 ºC, pero además con la diferencia de que en este caso con la máquina trabajando solo a ratos (el compresor de fuera pasa tiempo parado) y con un menor consumo eléctrico. Además, nos evitamos las corrientes de aire y las pérdidas de calor al exterior.
Como inconveniente tenemos un mayor precio de adquisición que se incrementó porque tuvo que ser instalado por profesionales, además que notamos un aire más reseco cuando funciona en modo frío, por lo que conviene complementar con un humidificador si vives en una zona con baja humedad relativa del aire.
Imagen portada | Tristar en Amazon
En Xataka Smart Home | Tengo en casa el aire acondicionado que recomienda la OCU: esto es lo que más y menos me gusta en su uso diario
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La noticia
Después de años usando pingüinos para calentar la casa acabamos hartos y nos pasamos a un modelo de pared. No hay color
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodríguez
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