Con lo frías que se vuelven las casas en estas fechas, y las horas que tenemos que pasar en ellas, el coste de la climatización de una casa se vuelve un aspecto muy relevante en la economía economía familiar. La duda habitual suele estar entre los calefactores eléctricos y estufas o la caldera de gas, pero ahora el abanico de posibilidades es más amplio e incluye tecnologías como la bomba de calor o la biomasa. Para entender el coste real, vamos a desglosar el gasto basándonos en un uso estándar de cuatro horas diarias para calentar la estancia española media. Una explicación de Jaime Pla, CEO de Suop Mobile, nos ha dado la idea para la comparativa.
Calefactores de aire o radiadores de aceite convencionales. Estos aparatos tienen una eficiencia de uno a uno, lo que significa que consumen mucha energía para generar calor. Con un precio actual medio en el mercado de 0,145 euros por kW, un calefactor de 2.000 vatios encendido durante ese periodo genera un consumo mensual de unos 36 euros en un mes de 31 días. Es la opción más inmediata y barata de adquirir, pero la más cara de mantener.
Gas natural. El gran problema de esta solución es que requiere una instalación más compleja, el menor precio de actual de esta fuente de energía compensa el consumo. Bajo el mismo supuesto de uso, la factura se reduce drásticamente hasta los 12,60 euros mensuales (calculado con base en un precio actual medio de 0,044 €/kWh en la TUR o Tarifa de Último Recurso, que es la más recomendada), lo que supone un ahorro de casi el 65% respecto a la resistencia eléctrica. Todo esto son estimaciones asumiendo escenarios de aislamiento moderno y fluctuaciones pequeñas en los precios.
Sin embargo, a menudo pasamos algo por alto que compite directamente con el gas: la bomba de calor o aire acondicionado con modo calor.
La bomba de calor. Técnicamente, el sistema más eficiente del mercado porque no genera calor consumiendo energía, sino que lo transporta del exterior al interior. Su eficiencia suele ser del 300% o 400%, lo que significa que por cada kilovatio de electricidad que consume, entrega tres o cuatro de calor. Aplicando la misma lógica matemática que con el radiador eléctrico, utilizar un aire acondicionado moderno para calentar esa misma estancia podría reducir el coste eléctrico a entre 9 y 12 euros mensuales, situándose incluso por debajo o a la par del gas natural, dependiendo de la tarifa eléctrica contratada.
Estufas de pellets o biomasa. Son una alternativa sólida para viviendas unifamiliares o zonas rurales. Aunque el coste del saco de pellets ha fluctuado, su precio por kilovatio calorífico suele mantenerse competitivo, situándose en torno a 17,5 euros al mes para un uso estándar, algo más barato que los radiadores eléctricos pero por encima de otras opciones eficientes. Esto lo convierte en una opción sostenible y de coste relativamente estable.
En resumen. Con un uso equivalente de calefacción en un período de cuatro horas diarias, el radiador eléctrico es claramente la opción más cara, con unos 36 euros al mes, seguido por la biomasa en torno a 17,5 euros mensuales. Mucho más eficientes resultan el gas natural, que baja a unos 11,5 euros en el mismo período, y sobre todo la bomba de calor, que gracias a su alto rendimiento puede situarse como la alternativa más económica, moviéndose entre los 9 y 10 euros al mes.
Imagen | Generada con IA
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La noticia
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fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Antonio Sabán
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