El debate sobre la privacidad de los conductores ha vuelto a la palestra después de la instalación de cámaras de videovigilancia en los vehículos de transporte público en Granada. La iniciativa, impulsada por la empresa multinacional Alsa, ha generado una firme respuesta por parte del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), que denuncia la falta de negociación y el posible impacto negativo de este sistema sobre la intimidad laboral.
En los últimos años, el avance de las tecnologías de grabación en automóviles, como las conocidas dashcams y sistemas inteligentes de videovigilancia, ha provocado una preocupación creciente entre los profesionales del transporte y los usuarios habituales de vehículos. Más allá de sus posibles ventajas en materia de seguridad o prueba en caso de incidentes, los sindicatos y distintos colectivos de conductores insisten en la necesidad de regular su uso para evitar intrusiones innecesarias en la vida privada de los trabajadores.
Instalación unilateral de cámaras y reacción sindical
La dirección de Transportes Rober, filial de Alsa en Granada, notificó recientemente a su plantilla la decisión de implantar el sistema Drivecam, que realiza grabaciones tanto dentro como fuera del autobús. Según ha señalado el sindicato, el sistema aparece diseñado para registrar de manera continuada el puesto de conducción y todo el habitáculo donde se desplazan los pasajeros. Esta medida, adoptada sin consulta previa con los representantes de los trabajadores, ha sido calificada por CCOO como un grave atropello a la intimidad de los conductores. Más sobre tecnologías de videovigilancia y privacidad.
Desde la sección sindical de CCOO, liderada por Josué Yáñez de la Higuera, se han planteado serias dudas sobre la finalidad y el control de las imágenes que capte el nuevo sistema. La instalación de una cámara enfocando directamente a la persona que conduce durante toda su jornada laboral despierta inquietud, especialmente por el posible uso de inteligencia artificial para analizar las grabaciones y extraer conclusiones que podrían derivar en acciones sancionadoras.
El sindicato manifiesta que no se oponen a la videovigilancia interior y exterior siempre que se respete la privacidad del trabajador y se negocie previamente la instalación, limitando la captación de imágenes en las zonas estrictamente necesarias.
Reivindicaciones y protestas por parte de los trabajadores
CCOO ha solicitado la mediación urgente del Ayuntamiento de Granada, al considerar que la administración local debe pronunciarse y asumir su parte de responsabilidad ante una medida que afecta directamente a las condiciones laborales en los servicios públicos. La organización sindical considera que la monitorización constante y no consensuada del trabajo del conductor puede provocar estrés, inseguridad y sensación de vigilancia excesiva, que incluso podría rozar el acoso laboral. Conoce más sobre tecnologías de vigilancia y protección de datos.
Para visibilizar su rechazo a la decisión de la empresa, los trabajadores han anunciado movilizaciones y paros parciales coincidiendo con el comienzo del nuevo curso escolar y universitario en septiembre. Los planes incluyen manifestaciones, concentraciones y paros de distinta duración, como forma de presión para abrir un proceso de diálogo entre empresa, sindicatos y administración.
Los representantes sindicales consideran que más de sesenta años de ejercicio profesional y un cumplimiento estricto de las normas no justifican el control exhaustivo implementado ahora de manera unilateral, sin contemplar los derechos fundamentales de los empleados.