Hace poco un familiar me contó que tenía problemas con la conexión a Internet en su casa. La red iba demasiado lenta y, aunque había contactado con la compañía, le aseguraban que todo funcionaba correctamente. Él pensaba que el fallo estaba en el router y que simplemente no querían reemplazárselo, pero cuando fui a revisarlo descubrí que la solución era mucho más simple: bastaba con cambiar el cable.
Tendemos a creer que los fallos de conexión se deben al router, a su posición en la vivienda o incluso a la necesidad de adquirir un modelo nuevo. Sin embargo, en muchos casos —como el que acabo de relatar— el problema está mucho más cerca y tiene una solución rápida: el cable Ethernet.
La solución fue muy barata
Imagen | Eva Rodríguez de Luis
Si bien el WiFi resulta muy cómodo, es sensible a interferencias, saturación y pérdidas que impiden alcanzar la velocidad contratada. Un cable Ethernet resuelve gran parte de esos inconvenientes al proporcionar una conexión directa y estable, siempre que esté en buen estado y sea de la categoría adecuada. Ahora bien, no siempre es posible recurrir al cableado, y lo que muchos desconocen es que una conexión física deficiente también puede repercutir en la calidad de la señal inalámbrica.
En este caso, se trataba de un router estándar, de los que suelen «regalar» las operadoras. Aunque tras revisarlo todo parecía estar en orden, la conexión no era la adecuada. Estoy acostumbrado a que por WiFi se pierda algo de velocidad o aparezca algún corte, pero lo que ocurría aquí era excesivo.
Tras comprobar el funcionamiento del router, me fijé en el cable y descubrí que ahí estaba el problema. Mi familiar tenía contratada una conexión simétrica de 1 Gbps (tanto de subida como de bajada), pero en el móvil no pasaba de 90 Mbps, a pesar de estar al lado y contar con un terminal perfectamente capaz de alcanzar más velocidad.
El fallo no residía en el router, sino en el cable Ethernet: seguía utilizando un Cat5, el mismo que había empleado con un router anterior. Ese cable se había convertido en un cuello de botella que limitaba de forma drástica el rendimiento.
Cuando ya pensaba en cambiar de compañía o, en el mejor de los casos, comprar un router nuevo por su cuenta, le di la buena noticia de que la solución era mucho más sencilla: bastaba con sustituir el cable. Como siempre llevo un cable Ethernet conmigo —especialmente útil cuando voy a revisar routers—, probé con el mío, un Cat7, y la conexión pasó a funcionar a toda velocidad.
categoría |
Velocidad máxima |
frecuencia |
Velicidad de descarga |
---|---|---|---|
Ethernet Cat 5 |
100 Mbps |
100 MHz |
15,5 MB/s |
Ethernet Cat 5E |
1.000 Mbps |
100 MHz |
150,5 MB/s |
Ethernet Cat 6 |
10 Gbps en menos de 50 metros 1.000 Mbps en más de 50 metros |
250 MHz |
150,5 MB/s |
Ethernet Cat 6A |
10.000 Mbps |
500 MHz |
1.250 MB/s ó 1,25 GB/s |
Ethernet Cat 7 |
10.000 Mbps |
600 MHz |
1,25 GB/s |
Ethernet Cat 7a |
10.000 Mbps |
1.000 MHz |
1,25 GB/s |
Ethernet Cat 8 |
40.000 Mbps |
2.000 MHz |
5 GB/s |
Aunque el router incluya un cable de serie, estos suelen ser de calidad media, por lo que sustituirlos por cables de categoría superior (como Cat 6, 6A o 7) por apenas unos euros puede eliminar cuellos de botella y acercarte a la velocidad real de tu tarifa
Para saber qué categoría tiene tu cable, solo hay que leer la inscripción impresa en su cubierta exterior (apunta a algo como “CAT 5e”, etc.)
En su caso no disponía de un Cat7, pero buscando entre cables antiguos encontré un Cat6. Al reemplazarlo, la conexión mejoró notablemente, eliminando el cuello de botella y logrando que el Wi-Fi dejara de ir lento. De hecho, las mediciones alcanzaron los 600 Mbps de subida y una cifra muy similar en bajada.
Foto de portada | Pascal 📷
En Xataka SmartHome | Uso internet con cable Ethernet: a partir de qué longitud del cable de red aparecen problemas de pérdidas y latencia importantes
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La noticia
Pensaba que necesitaba un router nuevo o moverlo de sitio y estaba peleado con el WiFi: al final la solución fue cambiar de cable
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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